Se acerca una nueva ola de calor y son muchos los que buscan soluciones rápidas para poder descansar por las noches. José Abellán, cardiólogo, nos da las pistas para saber qué es mejor y cómo debemos usarlos para tener un buen efecto.
El cardiólogo José Abellán explica las diferencias entre un sistema u otro
Escrito por: Joanna
Guillén Valera
En verano el ventilador o el aire acondicionado se
convierten en las herramientas básicas de cualquier casa para combatir el calor
sofocante. Aunque ambos son una buena opción para mitigar el calor sofocante
y para dormir mejor por las noches, la verdad es que también pueden
producir algunas molestias y perjudicar la salud de quienes los usan. Dicho
esto ¿qué es mejor?
El cardiólogo José Abellán compara
ambos métodos para enfriar las casas y analiza cual es mejor para el
organismo.
En primer lugar, señala que “tanto el ventilador como el
aire acondicionado pueden resecar la garganta, irritar los ojos y empeorar
nuestra calidad del sueño”. Esto es así porque “ambos deshidratan el ambiente
y, por ende, a nosotros. Además, pueden hacer que bajen nuestras
defensas”.
Por otro lado, señala, “durante la noche, si el ventilador
o el aire acondicionado te da de lleno es posible que al día siguiente te
levantes con dolores musculares, contractura o cefalea tensional”. ¿Por qué? “porque
el aire frío hace que se contraigan los vasos sanguíneos y que los músculos se
tensen”. Además, añade, “un estudio japonés demostró que dormir con aire
frio por la noche aumente los despertares nocturnos, que suba la tensión
arterial y que nos movamos más por lo que descansamos menos”.
Diferencias entre el ventilador y el aire
acondicionado
El cardiólogo recuerda cuáles son las propiedades de cada
uno de los mecanismos para enfriar las casas. En el caso del ventilador, “es
sencillo y económico que alivia el calor de forma eficaz” pero que si
se usa mal “puede jugar malas pasadas”. Y es que, como recuerda, “el ventilador
mueve polvo, alérgenos y microorganismos lo que puede agravar las alergias
respiratorias, provocar congestión nasal y aumentar la tos nocturna”.
En este caso hay que recordar que sólo es eficaz cuando la
temperatura es inferior a los 35 grados “por encima de esta temperatura solo
mueve el aire caliente”.
Por su parte, el aire acondicionado “enfría rápido pero
también necesita cuidados para no perjudicar la salud”. Si no se limpia,
“puede ser el escondite de bacterias ya que los filtros sucios acumulan
polvo y ácaros y puede albergar bacterias o virus”. Para evitarlo,
señala, “es clave el buen mantenimiento con una limpieza regular y un uso
moderado”.
El aire acondicionado, además, es un “buen
humidificador en climas húmedos pero reseca mucho en climas secos”.
¿Cuál es la mejor opción?
Dicho esto, ¿cuál es la mejor opción? Según el
cardiólogo, ambas son una buena solución si se usan con
cabeza y siguiendo estos consejos:
- No
hay que apuntar el chorro directamente al cuerpo
- Usar
temporizador
- Refrescar
la habitación antes de dormir, pero no demasiado.
- Durante
todo el día, hidratarse bien (por dentro y por fuera)
Fuente: https://cuidateplus.marca.com/
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