Santo Domingo.- El Secretario General del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD), Julio César Fernández Toro, aseguró que la República Dominicana muestra indicadores y avances que han contrarrestado, significativamente, la práctica generalizada de corrupción que antes existía, debido a los mecanismos de transparencia y gestión pública que promueve el Estado.
Fernández Toro explicó que hasta hace unos 10 ó 15 años, la corrupción era una práctica vista como un fenómeno social con características normales y nadie se alarmaba; sin embargo en la actualidad, ante la existencia de normativas efectivas, se ve como un hecho anormal y alarmante, como debe ser.
“Es un fenómeno sociocultural, pero ha podido reducirse en gran medida; esto no quiere decir que no exista, sino que ha podido evidentemente limitarse a la más mínima expresión”, afirmó el experto.
Asimismo, citó como ejemplo la reducción del pago de comisiones por servicios que se percibían desde los gobiernos para beneficios de empresas del sector privado con influencia en la administración pública.
Agregó, además, que hoy existen normas de controles e instrumentos de transparencia como las leyes de Compras y Contrataciones Públicas, Acceso a la Información Pública, entre otras que fundamentan la política anticorrupción.
Argumentó en un mismo orden, que en la medida que los presupuestos se conocen, se crea un mayor control social de los ciudadanos, razón por la cual la población que antes no se alarmaba, se torna agresiva y aguda frente a hechos de esta naturaleza.
“Y esto es bueno, que la gente se empodere con la participación en los procesos que articula el Estado, ya que la corrupción debe ser sancionada y debe combatirse. Es importante que sea vista como un fenómeno incluso patológico, lo que considero un avance en poco tiempo; significa que el pueblo está reaccionando y tomando conciencia”, destacó.
Al participar XV Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, que se desarrolla en el país, el abogado constitucionalista sostuvo que la corrupción no es exclusiva de los gobiernos, ya que tiene tendencia social, y si se toma conciencia del daño que ésta produce en términos de exclusión, injusticia e inequidad, más se puede prevenir y combatir.
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