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Ciudadanía y deberes fundamentales



Por MARGARITA CEDEÑO DE FERNANDEZ
La primera década del siglo XXI, en la casi totalidad de las democracias latinoamericanas, estuvo matizada por la realización de reformas institucionales y constitucionales para hacer del Estado un instrumento garantista de los derechos fundamentales.
En la casi totalidad de las naciones latinoamericanas la segunda década del siglo XXI está enfocada a la implementación de políticas públicas orientadas a que el Estado cumpla con su rol de garante de los derechos fundamentales.
Sin embargo, ni en la República Dominicana, ni en ningún país del Continente, se ha constituido en una prioridad, educar y concienciar al ciudadano para que sea un garante de sus deberes fundamentales.
La construcción de una sociedad democráticamente madura será posible solo cuando logremos una relación armónica entre un Estado que garantiza los derechos fundamentales y un ciudadano celoso y fiel cumplidor de sus deberes fundamentales.
Existe la tendencia a que los ciudadanos cada día sean más enérgicos en exigirles al Estado que cumpla con su rol garantista de los derechos fundamentales, pero es importante también, que comencemos a trabajar, tanto desde las instancias públicas como desde los diversos estamentos de la sociedad organizada, en procura de que la ciudadanía adquiera conciencia de que debe cumplir con sus deberes fundamentales.
El constituyente en la reforma constitucional del 26 de enero del 2010, define claramente el vínculo entre derechos y deberes, la relación armónica y responsabilidad de doble vía, cuando en el artículo 75 de la Carta Magna, establece: “Los derechos fundamentales reconocidos en esta Constitución determinan la existencia de un orden de responsabilidad jurídica y moral, que obliga la conducta del hombre y la mujer en sociedad”.
En ese mismo artículo, el constituyente consagró doce deberes fundamentales que deben ser cumplidos por los hombres y las mujeres. Inclusive, fue muy sabio el constituyente al hacer la debida diferenciación entre los deberes fundamentales de las personas y los deberes fundamentales de los ciudadanos y ciudadanas, ya que la ciudadanía es una condición jurídica que se adquiere mediante el cumplimiento de una serie de requisitos y formalidades legales.
En efecto, todas las personas que viven en el territorio dominicano, aunque no sean ciudadanos y ciudadanas, tienen una serie de deberes fundamentales para con la conducta cívica y con la vida en sociedad.
La Constitución, en su artículo 75, establece doce deberes fundamentales que son:
1) Acatar y cumplir la Constitución y las leyes, respetar y obedecer las autoridades establecidas por ellas;
2) Votar, siempre que se esté en capacidad legal para hacerlo;
3) Prestar los servicios civiles y militares que la Patria requiera para su defensa y conservación, de conformidad con lo establecido por la ley;
4) Prestar servicios para el desarrollo, exigible a los dominicanos y dominicanas de edades comprendidas entre los dieciséis y veintiún años. Estos servicios podrán ser prestados voluntariamente por los mayores de veintiún años. La ley reglamentará estos servicios;
5) Abstenerse de realizar todo acto perjudicial a la estabilidad, independencia o soberanía de la República Dominicana;
6) Tributar, de acuerdo con la ley y en proporción a su capacidad contributiva, para financiar los gastos e inversiones públicas.
Es deber fundamental del Estado garantizar la racionalidad del gasto público y la promoción de una administración pública eficiente;
7) Dedicarse a un trabajo digno, de su elección, a fin de proveer el sustento propio y el de su familia para alcanzar el perfeccionamiento de su personalidad y contribuir al bienestar y progreso de la sociedad;
8) Asistir a los establecimientos educativos de la Nación para recibir, conforme lo dispone esta Constitución, la educación obligatoria;
9) Cooperar con el Estado en cuanto a la asistencia y seguridad social, de acuerdo con sus posibilidades;
10) Actuar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones de calamidad pública o que pongan en peligro la vida o la salud de las personas;
11) Desarrollar y difundir la cultura dominicana y proteger los recursos naturales del país, garantizando la conservación de un ambiente limpio y sano;
12) Velar por el fortalecimiento y la calidad de la democracia, el respeto del patrimonio público y el ejercicio transparente de la función pública.
Al Estado se le exige mucho, y está en proceso el desarrollo de una ciudadanía que cada día que transcurra exigirá más. Sin embargo, es importante también que las personas cada día adquieran mayor conciencia y responsabilidad ciudadana frente al Estado y frente a la vida en sociedad, como fase previa para que cumplan debidamente con sus deberes.
Mientras tengamos ausencia de una persona responsable de sus deberes fundamentales, no podremos tener un Estado ciento por ciento garantista de los derechos fundamentales ni una sociedad estable. Por tanto, es importante que asumamos a la vez, ambas misiones como tareas.

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