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SALCEDO: Con 89 años, lava y plancha; desea que el Gobierno la pensione


Por RAFAEL SANTOS
SALCEDO.- Con 89 años sobre sus hombros y con una hoja de vida que se toma de ejemplo en una sociedad carente de sanos valores, Doña Francisca "La Planchadora”, como le llaman aquí,  aspira a una jubilación digna que le permita por lo menos disfrutar la palabra descanso, aunque sean “los últimos días” que le pudieran quedar.
Oriunda de la localidad de Los Lirios, en la zona montañosa de Salcedo, distante a más de 20 kilómetros del casco urbano, esta lánguida mujer, de piel trigueña y madre de 4 hijos, llegó a esta ciudad a mediados de los años 40 y se estableció en el barrio El Cementerio Viejo. Allí sus vecinos la tratan con respeto y cariño debido a la dulzura que exhala y al ejemplo que da con su firme dedicación al trabajo.
Asegura que trabaja desde los 17años de edad, cuando decidió emplearse como doméstica en la residencia de la familia del señor Arturo González, en la comunidad de Conuco, Salcedo.  Recuerda que ganaba 3 pesos mensuales, con posibilidad de ir a su casa los sábados en la tarde y volver los domingos a su faena.
“Si, yo trabajaba desde que Miguelina, mi hija mayor tenía tres años de edad. Tenía que hacerlo porque, imagínese, tenía que ayudar a mi esposo; éramos muy pobreS y las cosas estabaN muy malas en la loma donde vivíamos”, señaló.
Dijo que hace más de 30 años dejó de trabajar en casa de familia como domestica debido a que muchos de los patrones en donde les tocó trabajó trataban a sus empleados como si fueran esclavos, aunque aclaró, no todos actúan de la misma manera. 
Agregó que fue por esta razón que decidió “no alquilársele a nadie” y trabajar de manera “independiente”, como lo hace ahora. 
De esta forma ayudó a criar cinco hijos, de los cuales una falleció.  Expresó que en la actualidad, aunque no gana lo suficiente como para llevar una vida como quisiera, por lo menos gana el sustento diario, pese a que algunos de sus hijos le han sugerido que debido a su avanzada edad y a los achaques propios, ya deje de trabajar en el planchado de ropa en diferentes casas de familia.
Sin embargo, indicó que por el momento no puede dejar el planchado de ropa, ya que no quiere serle carga a ninguno de sus hijos, quienes tienen sus propias responsabilidades. 
Doña Francisca señala que el Ministerio de Salud Pública ele daba a ella 300 pesos mensuales,  pero se los quitó hace mucho, sin explicar los motivos.
"Ellos saben que yo soy del gobierno y del partido (el PLD). Mientras pueda trabajar lo haré, ahora bien, si el Presidente me pensiona, entonces ahí si dejo de trabajar”, dijo de manera sonriente. of/am

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