La mayoría de la gente detesta sus pies
Si hay algo que las personas descuidan, y en
ocasiones desprecian, son los pies. Diferentes estudios demuestran que esta
parte del cuerpo no es una prioridad en términos de cuidado, higiene y salud, a
ninguna edad.
Pero cuando duelen, molestan o se asoman en ellos
signos de anormalidad, la situación cambia abruptamente. Esto ocurre, por lo
general, cuando las alteraciones, cambios o daños están muy avanzados.
El papel de los pies va más allá de soportar el
peso del cuerpo. Son un centro de percepciones, estímulos e información que
hacen posible, por ejemplo, la posición en pie (bipedestación), algo que
diferencia a las personas de otras especies, desde el punto de vista evolutivo.
En otras palabras: los pies son algo más que un conglomerado de huesos,
ligamentos, articulaciones y músculos. Son una máquina perfecta donde confluyen
principios mecánicos, hidrodinámicos (a través de los vasos sanguíneos) y
eléctricos (a través del sistema nervioso).
Pero el valor de todo este andamiaje anatómico, tan
vital para el ser humano, parece contrastar con el poco cuidado y aprecio que
la gente tiene hacia sus pies.
Para la muestra, un botón: una reciente encuesta de
la Asociación Colombiana de Diabetes, hecha con 100 personas entre los 20 y los
80 años (la mitad hombres y la mitad mujeres), residentes en el área urbana,
revela que a ocho de cada diez personas no les gustan sus pies debido a las
deformidades de sus dedos y uñas.
Así mismo, que en algo tan básico como cortarse las
uñas, el 80 por ciento lo hace una vez al mes, y que siete de cada 10 se lavan
los pies de manera mecánica con el agua jabonosa que les cae del cuerpo al
ducharse.
La encuesta muestra, por ejemplo, que el 80 por
ciento se seca los pies con la misma toalla con la que se seca el cuerpo, el 70
por ciento nunca se aplica cremas emolientes en esta parte y el 75 por ciento
ignora cuál es el material adecuado de las medias de uso diario.
Además, nueve de cada diez entrevistados utiliza
talcos o desodorantes para la higiene de sus pies para prevenir el mal olor.
Según la médica diabetóloga podiatra Yamile Júbiz
Pacheco, “estos datos nos muestran con preocupación que los pies son el órgano
al que menos le prestamos atención, tal vez porque no están a la vista y
podemos ocultarlos con facilidad”.
Las mujeres, particularmente, tienden a ser más
descuidadas con la salud de los pies -señala la experta– por el tipo de calzado
que usan a diario.
Cuando duelen...
Los hongos, que aparecen en las plantas de los pies
y entre los dedos; los callos y las verrugas son las lesiones que con mayor
frecuencia afectan esta zona del cuerpo.
Sin embargo, no todas las molestias en los pies se
relacionan con hongos, infecciones o simple cansancio.
Según el ortopedista Javier Pérez, es importante
revisar los pies de manera exhaustiva al menos una vez por semana, y ante
cualquier dolor, consultar de inmediato con el especialista.
Algunos expertos recomiendan una consulta cada
cuatro meses para descartar cualquier tipo de lesión en la piel y en la función
anatómica de los pies.
Con respecto a la piel, explica el dermatólogo
Campo Elías Páez, es necesario revisar cualquier cambio en su coloración, así
como la aparición de lunares o manchas, que pueden corresponder a enfermedades
graves, como melanomas.
Cómo puede protegerlos
-Las uñas deben cortarse mínimo dos veces al mes.
El corte debe ser recto.
-Los pies deben lavarse aplicándoles directamente
jabón entre los dedos.
-Deben secarse con una toalla de papel o toalla de
cocina.
-Aplicar cremas emolientes en planta y dorso de los
pies a diario. Nunca entre los dedos.
-El uso de desodorantes o talcos para pies podrían
cambiar el pH de la piel y producir descamaciones, dermatitis y hongos. Solo un
buen aseo y buen secado.
-Las medias de uso diario deben ser de algodón o
lana, para mantener los pies secos.
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