La próxima lucha por la que el pueblo dominicano muy
probablemente deberá movilizarse, será la del aumento del
salario de los trabajadores. Ya tenemos la experiencia de que solo
movilizándonos conseguimos nuestras conquistas.
Ahí están, como muestras, los casos de la cementera
que se pretendía instalar en Gonzalo y que afectaría a Los Haitises; una lucha
bellísima que concitó el apoyo de toda la sociedad. También el triunfo de la
famosa lucha por el 4% para la educación, que finalmente recibió un
impulso significativo durante la coyuntura política de
la campaña electoral, logrando que todos los candidatos la apoyasen y que
se convirtió en realidad en este gobierno de Danilo Medina (con sus fallas aún
porque todavía no se comienza a proceder con la capacitación de los
profesores, la evaluación de los programas educativos, el problema de los
libros; etc. ya que siempre damos prioridad a la varilla y al cemento,
pero que ya cuenta con su presupuesto, la palanca fundamental que lo ha
echado a andar).
Otros dos logros significativos que se han
obtenido casi consecutivamente tras la lucha tesonera y sin tregua
de los dominicanos, han sido la aprobación de la ley que convierte a Loma
Miranda en Parque Nacional y el fallo que devuelve al Estado la
Bahía de las Águilas, con la anulación de 1,200 títulos fraudulentos a
causa de una mafia que tuvo sus inicios durante el gobierno de
Balaguer, continuó y creció durante los gobiernos del
PLD – PRD--PLD, hasta ayer en que comenzó a ponérsele fin. Ahora vienen
las apelaciones y el recurso de casación ante la SCJ.
Como todos sabemos, estos importantes logros
para nuestro pueblo y nación costaron muchas protestas, piquetes,
marchas, huelgas, artículos, comunicados, visitas al Congreso, al Palacio
Nacional, trifulcas con saldos de muertos, heridos y presos… pero el pueblo le
torció el brazo a todos sus opositores, venciendo mafias
nacionales y extranjeras, y hoy puede celebrar finalmente. Pero,
ojo, sin bajar la guardia, porque sabemos que la aprobación de leyes no lo es
todo en este país.
Particularmente quisiera conocer el plan que tiene el
gobierno con Bahía de las Águilas, plan que deberá mejorar la condición de vida
de los moradores de esa región respetando, al mismo tiempo, el hábitat de
esa importante bahía. Esto es factible y modelos tenemos para
imitar, como los de Costa Rica y Ecuador; por solo poner dos ejemplos.
Ahora, tomándole la palabra al propio
presidente Danilo Medina, cabe plantearse apoyar a los trabajadores por su
justa demanda de aumento salarial. Recordemos que el año pasado se
logro un aumento de un 14%, pero se acordó también que un año
después, se procedería a hacer un ajuste salarial, toda vez que ese aumento era
insuficiente pues no cubría el costo de la canasta familiar ni el incremento de
los precios, tras el paquetazo fiscal.
Ahora, los empresarios están diciendo que
los trabajadores ganan buen salario--ya los acaba de desmentir el Presidente
Medina—y con respecto a lo acordado el año pasado, están diciendo que
donde dije digo, digo Diego. Y no solo eso, sino que, quieren modificar el
Código de Trabajo proponiendo suprimir importantes conquistas de
los trabajadores, como condición previa a un aumento salarial.
Danilo ha dicho lo que todos sabemos, que con 10 mil
pesos nadie vive en este país ni se puede tener una vida digna, y que no
es que los precios están altos ni que hay inflación—aquí diferimos—es que no
alcanza el dinero, y que por eso nos parece que las cosas están
caras. Esto nos lleva a suponer que el presidente comenzará por promover
un reajuste salarial para los empleados públicos, donde el
80% de los 575 mil 322 empleados de la administración pública tiene un
salario promedio de $5,117.00, dicho esto por el propio Ramón Ventura
Camejo, ministro de Administración Pública.
¡Cinco mil ciento diecisiete pesos donde la
canasta familiar básica es de $25 mil pesos!
Y esperamos también que el presidente
Medina abogue ante los empresarios por el aumento salarial de los trabajadores
del sector privado. Igual papel deberá asumir el Ministerio de Trabajo para
que, en este aspecto, se haga lo que nunca se ha hecho en ningún
otro gobiern dotar a los trabajadores dominicanos de un salario digno que les
permita, no solo cubrir el costo de la canasta básica familiar, sino poder
solventar la carga que significa pagar el alto costo de la gasolina, los
alimentos —y no solo por su alto costo sino también por su
relación precio calidad--; la ropa, medicina, educación, etc; ya que tenemos,
en muchos de esos renglones, los precios mas altos de la región.
Cabe señalarle a los señores empresarios que no
hay otra manera de que el público afluya a comprar a sus
establecimientos y mejoren sus ventas, sino es con el dinero
circulando --Ya lo dijo Pepín Corripio--; total, el dinero termina parando en
sus bolsillos pero tiene antes que pasar por nuestras manos. Y también los
funcionarios gubernamentales saben muy bien que sin consumo
no se generan las ganancias que hacen aumentar la recaudación de los
impuestos (Yo no soy economista pero creo que por ahí anda la cosa).
Así que amigos, amigas, como dice el himno de la
revolución de abril: “A luchar, a luchar, a luchaaaar….”. De forma
coordinada, pacifica, constante y sin tregua, por la dignificación del salario
de todos los trabajadores dominicanos, de los policías y militares
y, muy importante también, porque se reajusten las pensiones de nuestros
ex trabajadores.
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