Santo Domingo.- Un estudio del Banco Mundial (BM) divulgado este
miércoles señala que la República Dominicana presenta deficiencias en la
calidad de los servicios públicos de educación, salud, provisión de agua
potable y, especialmente, de electricidad con relación a los estándares
regionales.
El informe "¿Rentas o reformas? La economía política del desarrollo
en República Dominicana" fue divulgado hoy en Santo Domingo con la
presencia de representantes de organismos internacionales acreditados en el
país, instituciones públicas y privadas, organizaciones de la sociedad civil,
economistas e investigadores.
El estudio señala los principales desafíos para el desarrollo del país y
analiza las deficiencias en la provisión de servicios públicos a través de una
investigación realizada entre el 1 de julio de 2012 y el 1 junio de 2013.
En lo relativo a educación, el estudio indica que ese sector "ha
permanecido insuficientemente financiado en las últimas dos décadas".
Apunta que el bajo nivel de recursos para la educación pública ha
provocado "una provisión inadecuada de los servicios educativos incluyendo
la falta de aulas y de maestros y ha creado ambientes desfavorables para el
aprendizaje".
Entre ellos, destaca altas tasas de estudiantes, doble tandas de
maestros en las escuelas y cátedras sobrepobladas en la principal universidad
pública.
Agrega que la expansión de la infraestructura educativa y los recursos
humanos han sido notables, pero no corresponden con el incremento de la
demanda.
En el caso del sector salud, el estudio reconoce que la cobertura se ha
ampliado, particularmente en la última década, pero la provisión de servicios
de calidad continúa siendo un desafío.
"El número de beneficiarios del régimen de salud pública totalmente
subsidiado, creado en 2001 y orientado a los pobres, se ha incrementado
rápidamente a dos millones desde noviembre 2011; sin embargo, cerca del 40 % de
los pobres no se han registrado aún", dice la investigación.
Asimismo, expone que la República Dominicana "no parece estar
haciendo el mejor uso de estos recursos", ya que las tasas de mortalidad
de menores de cinco años están por encima de la línea de tendencia para América
Latina.
"Adicionalmente, el Estado está apenas financiando cerca del 36 %
del gasto total en salud, mientras que los gastos a cargo del usuario ascienden
a 56 % y los seguros privados cubren apenas 8 %", apuntan los
investigadores.
El documento dice que la República Dominicana registra bajas tasas de
vacunación, menor esperanza de vida y una alta incidencia del VIH en
comparación con los estándares regionales.
"El sector eléctrico es probablemente el epítome del mal
funcionamiento de los servicios públicos en la República Dominicana",
agrega.
Aunque el servicio ha mejorado lentamente en años recientes, en
promedio, el servicio de electricidad continúa sin estar disponible el 20 % del
tiempo, explican los investigadores.
"Una empresa dominicana promedio experimenta 25 apagones de
electricidad al mes, o más de uno por día laborable, comparado con solo cuatro
en América Latina y 8,8 en el mundo", apunta el estudio.
Reconoce que el Gobierno de Leonel Fernández emprendió un ambicioso
programa de reformas en los últimos tres años de su segundo mandato, pero
"aún así, el suministro continúa siendo no confiable y muchos hogares y
empresas han optado por instalar sus propios dispositivos de generación
eléctrica para compensar los frecuentes apagones de electricidad".
Manifiesta que el desequilibrio entre el costo de producción de la
electricidad y la tarifa real facturada (y cobrada) ha representado un déficit
de 1,6 % del PIB en promedio por los últimos siete años y ha resultado una
carga sobre las finanzas públicas en su conjunto.
En cuanto al servicio de provisión de agua potable, el estudio del Banco
Mundial señala que el número promedio de insuficiencias del agua en República
Dominicana es cercano al doble del promedio regional y mundial, pese a que
tiene implicaciones sanitarias, para la salud pública y las actividades
empresariales, especialmente en sectores importantes como el turismo.
Con respecto a la corrupción, el estudio señala que distintas fuentes
pintan un escenario preocupante de relativamente altos niveles de corrupción
prevaleciente en la República Dominicana.
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