Por Camile Roldán Soto / camile.roldan@gfrmedia.com
Las fantasías sexuales pueden ser una de las tantas maneras de mantener
viva la intimidad. Planificarlas, compartirlas y llevarlas a cabo equivale a
salir de la rutina y evitar que los encuentros se tornen en lo mismo de
siempre.
Ivelisse Cintrón, especialista en sexualidad humana y relación de
pareja, indica que las fantasías son recomendables siempre y cuando sean
“sicológicamente saludables para los dos”. Eso significa que ambas partes estén
claras con respecto a lo que cada uno desea y exista un consentimiento mutuo
acerca de lo que pasará. Hay que evitar a toda costa que alguien busque
complacer al otro sin sentirse cómodo porque de lo contrario el resultado será
inconformidad, desconfianza y duda.
“Recomiendo hablar claro y pensar en qué va a pasar si a largo plazo no
me gusta o no deseo lo que acordamos hacer”, comenta Cintrón.
La especialista divide en dos grupos las fantasías. Las más livianas
incluyen el utilizar juguetes sexuales, identificar nuevos espacios donde tener
intimidad que podrían ser “prohibidos” (como el baño de un avión) o jugar con
la imaginación para asumir roles o incluso “invitar” a un tercero a la cama
aunque su presencia sea imaginaria.
Otro tipo de fantasías requiere más conversación. Un “threesome”
o practicar el “swinging” son actividades con consecuencias que la pareja debe
considerar más allá del momento, pues puede ocurrir que alguno de los dos no se
sienta bien en el acto o después, y surjan recriminaciones.
“Es muy importante la buena comunicación para evitar que la fantasía se
vea enmarcada en la problemática de que alguno pueda plantear: ‘lo hice por
complacerte, porque me lo pediste, pero no quería hacerlo’”, comenta la
especialista en sexualidad. “Hay parejas que acuerdan algo y después no
funciona para alguno de los dos”, advierte.
Por eso, recomienda a quienes deseen compartir con su pareja su
fantasía, con el propósito de llevarla a cabo, empezar por fomentar el diálogo
y la confianza, en lugar de llegar un día a la casa y pretender concretar una
idea automáticamente. Debes recordar que no necesariamente lo que te atrae a tí
le gustará al otro. Y en la sexualidad no hay nada más dañino que hacer algo
que no disfrutas.
“Cuando haces las cosas por complacer a la pareja pero no te sientes
bien, lo más probable es que a corto o largo plazo te reclames a tí mismo y a
la otra persona”, enfatiza.
El rol de la comunicación
La apertura en la comunicación en torno al tema sexual puede ofrecer
claves sobre la relación. Es decir, si no te sientes bien expresando tus deseos
en esta área es probable que en otros temas también te cohíbas. Pero como todos
tenemos nuestras fantasías privadas, que reflejan nuestros deseos, lo ideal es
poder compartirlas para aumentar la satisfacción con la relación. Lo mismo debe
ocurrirle a la otra parte.
Los tabúes y la falta de educación en sexualidad son culpables de que
muchos hombres y mujeres repriman el diálogo acerca de sus deseos y piensen
erróneamente que siempre deben mantenerse secretos.
En contraste, indica Cintrón, es aconsejable considerar si hay
pensamientos que al ser compartidos pueden incitar otro tipo de encuentro
sexual. Un ejemplo es comentarle a tu pareja el deseo de tener relaciones con
alguna figura famosa.
“Si tu pareja está bien compenetrada contigo, lo que puede pasar es que
se excite con esa fantasía sexual tuya y terminen teniendo relaciones”, comenta
Cintrón, al resaltar que un aspecto muy importante de una buena relación es la
comunicación acerca del tema sexual.
Hace cinco años, la especialista llevó a cabo una encuesta a cien
parejas de toda la isla y determinó que el 89% de los divorcios y separaciones
tenían que ver la falta de una relación sexual saludable. Para evitar ser parte
de esa estadística, invita a vencer el cansancio y el aburrimiento buscando
invertir un poco de la energía que le dedicamos a otras áreas de la vida a la
sexualidad.
“Lo más irónico es que cuando comenzamos la relación siempre estamos
arreglándonos, tanto hombres como mujeres, y siempre queremos estar teniendo
relaciones. Pero cuando logramos lo que queremos, comenzamos a apagarnos,
dejamos de cuidarnos y nos dejamos vencer por la rutina”, reflexiona
Cintrón.
A continuación, algunos consejos de la especialista para avivar la
relación íntima:
1. Comunícate con tu pareja para saber las cosas que disfruta en la
intimidad sexual. Del mismo modo, cuéntale y demuéstrale lo que disfrutas.
2. Si deseas llevar a cabo una fantasía sexual, recuerda que dejará de
ser fantasía una vez la concretes. --------Comparte tu deseo con tu pareja
buscando entender y ser empático con su parecer. Antes de proponer algo -
por ejemplo un “threesome”- pregúntate cómo aceptarías tú esa propuesta de
parte de tu pareja.
3. Considera compartir ciertos deseos, como por ejemplo, las ganas de
tener intimidad con alguien de la farándula.
4. Nunca hagas algo que no deseas por complacer a tu pareja. Debes
sentirte cómodo con tu sexualidad en todo momento.
5. Sé creativo y no te cierres a las posibilidades. Por ejemplo, puede
haber un tercero o tercera en la cama aunque no esté físicamente presente
(siempre que ambos estén cómodos con la idea).
6. Edúquense acerca de la sexualidad y las prácticas sexuales. Los
seres humanos estamos diseñados para disfrutar el sexo.
7. La mejor fantasía sexual es “la innovación diaria”, afirma Colón. No
descuides la sexualidad con tu pareja. Y recuerda que esta involucra muchos
aspectos además del contacto físico, tales como promover el deseo, tener
detalles, mantener cercanía física.
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