La
causa de la muerte de Jenkis fue una hipoxia cerebral, que se produce cuando no
llegan nutrientes ni oxígeno al cerebro a través de la sangre. Esto puede
provocar convulsiones o incluso la muerte cerebral, según detalla el diario
británico “Daily Mirror”.
Sin
embargo, el doctor Paul Griffiths, experto patólogo del hospital Morriston (en
Gales), realizó una autopsia para indagar qué había detrás de este caso que
llamó su atención. Él sospechaba que el fallecimiento podía estar relacionado
con los edulcorantes de los chicles sin azúcar a los que Jenkis era adicta.
La
joven consumía hasta 14 chicles cada día y sus preferidos eran los que no
contenían azúcar. Griffiths estudió la composición de una de estas golosinas y
encontró entre sus ingredientes sorbitol y aspartame.
El
“alto consumo” de estos dos elementos habría intervenido en la reducción de
sales en el cuerpo de la joven. Además, el experto relató que al momento de
practicar la autopsia se encontró en el estómago de Jenkis algo que no había
visto antes: cinco “grandes grumos” de chicle verde.
Fuente:
lapatilla.com
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