Si el niño presenta algunos de estos, no se deben pasar por
alto
Cuando nos convertimos en padres a la
preocupación por el bienestar de nuestros niños es una de nuestras prioridades.
Cuando ellos están afectados por alguna enfermedad nuestra preocupación aumenta
aún más porque ver el sufrimiento de nuestros hijos no hay manera de ayudarles
a mejorar perjudica aún más a los padres.
En esto hay dos escuelas. La
primera nos dice que hay que esperar. Esto tiene su lado de razón: por una
parte, el cuerpo está hecho para sanarse a sí mismo. Por otra, a menudo las
enfermedades no siempre se pueden detectar de manera temprana: a veces es
necesario esperar algunos días para detectar con precisión un proceso
infeccioso.
La segunda escuela nos
indica que, sobre todo en algunos casos, es preciso ir al médico de forma
rápida. A continuación Te muestro algunos ejemplos.
1. Fiebre alta
En el caso de un bebé de
hasta tres meses de edad una fiebre alta ya se considera cuando el termómetro
llega a los 38° Celsius. Por encima de esta edad, hasta los seis meses de vida,
se considera fiebre alta cuando pasa de treinta y ocho y medio. Para niños
mayores, cuando llegan a los treinta y nueve, debes llevarlo con el pediatra.
Por supuesto, recuerda que
más que el nivel mostrado en el termómetro, es importante tener en cuenta la
disposición e hidratación de tu pequeño. Aquí es donde, como madre, debes ser
sabia. Recuerda que el miedo siempre lleva a la sobreprotección. Con todo,
si la fiebre es todavía baja, pero el niño está muy enfermo, ponte en contacto
con su pediatra.
2. Fiebre que no cede
Si después de cuatro horas
de uso de medicamentos antipiréticos, la fiebre no ha bajado, incluso si no es
muy alta, no esperes a que pasen cinco días: es hora de buscar ayuda médica.
3. Fiebre asociada con dolor de cabeza
Ten mucho cuidado si tu
pequeño se queja de dolor de cuello, rigidez en el mismo, o dolor de cabeza
asociado con fiebre, ya que estos síntomas a menudo pueden estar asociados con
la meningitis, una enfermedad grave y muy fulminante.
4. Manchas rojas en la piel
Probablemente se trata de
una reacción alérgica, pero también es síntoma de una serie de enfermedades
delicadas, así que tiene que ser examinado por el pediatra.
5. Manchas irregulares
Lo ideal es que lleves a tu
pequeño a un chequeo mensual. Pero si en el intervalo, al bañar a tu bebé,
detectas manchas con bordes irregulares, o que te parece que están creciendo,
acudir al médico y lleva un registro fotográfico del crecimiento o cambio de
las mismas.
6. Dolor de estómago súbito
Si tu pequeño se queja de
dolor alrededor del ombligo o en la parte derecha del abdomen, llévalo al
pediatra, sobre todo si estas quejas están asociados con otros síntomas como
vómitos, diarrea, o incluso inapetencia. Todo ello puede ser un signo de
apendicitis, una enfermedad delicada que progresa muy rápidamente pero que, si
se diagnostica a tiempo, no ofrece mayores riesgos.
7. Dolor de cabeza con vómitos
Si tu pequeño se queja de
esto, contacta con el pediatra. Las migrañas son poco comunes en los niños, por
lo que estos síntomas deben ser examinados detenidamente.
8. Disminución de la orina
Este síntoma, asociado con
la boca seca, piel pálida, vómitos y diarrea, puede ser un signo de
deshidratación. Si observa palidez y apatía llama a emergencias o lleva a tu
niño al hospital más cercano.
9. Labios azules
Esta señal puede estar
asociada con dificultad para respirar, por lo que te invito a poner atención si
tu pequeño está sin aliento y con el pecho que emite una especie de
sibilancias. Un problema respiratorio puede ser causado por una reacción
alérgica, o incluso puede tratarse de un ataque de asma. En este caso, busca la
sala de emergencias más cercana para que él pueda recibir los primeros auxilios
lo más rápidamente posible.
10. Hinchazón de cara, lengua, o labios
Éstos son signos
característicos de una condición alérgica fuerte. Póngase en contacto con su
médico para ver si se indica algún medicamento antes de llegar al médico y
rápidamente llevar a su hijo a la sala de emergencias.
11. Vómito después de una caída
Especialmente cuando se
trata de un bebé, esto puede ser un cuadro de emergencia neurológica. Si su
pequeño presenta este síntoma, no se demore. Llévelo al médico de inmediato.
12. Sangrado excesivo
Si hay un corte y el
sangrado no se detiene incluso después de varios minutos de presión, o si
después de un golpe hay una hemorragia incontrolable lleva a tu niño al médico
de inmediato, para que reciba la esterilización y el tratamiento apropiado.
De nuevo, hay diferentes
escuelas en cuando a cuándo y cuándo no llevar a tu hijo hospital, pero mi
sugerencia es que si él presenta alguno de estos síntomas, busques que éstos
sean cuidadosamente monitorizados. Tu pediatra te dirá si se necesita un
especialista, o si no significa algo tan serio, pero con estos síntomas es
mejor no jugar. Incluso, si después de la visita al doctor la situación o los
síntomas empeoran, siempre puedes consultar una segunda opinión.
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