Por El País / GDA
Nadie
discute que los antibióticos son medicamentos que han hecho un gran aporte a la
salud de las personas, logrando mantener a raya una serie de infecciones que
antes de la aparición de estos fármacos eran mortales.
El problema es que
se ha abusado de ellos y, por esto, los gérmenes se han hecho resistentes. Por
esta razón, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha llamado a restringir
su uso a lo estrictamente necesario, ya que la humanidad se está quedando sin
nuevas armas para combatir infecciones.
Esta situación
empieza en la infancia, ya que en los primeros años de vida muchos niños son
sometidos a estos tratamientos, y ahora se ha descubierto que pueden favorecer
el desarrollo de una serie de enfermedades, como la diabetes tipo 1 o la
enfermedad inflamatoria intestinal.
Esto llevó a un
grupo de investigadores a estudiar a 39 recién nacidos, tomándoles muestras de
deposiciones cada mes, hasta que cumplieron 36 meses. Las muestras se
analizaron genéticamente, identificando con exactitud cada especie de bacteria
que había en su materia fecal.
Durante el trabajo
de investigación, 20 niños recibieron antibióticos entre nueve y 15 veces para
tratar infecciones respiratorias o del oído. “Una de las motivaciones claves para investigar el microbioma (bacterias que
viven en el intestino) es que la población de microbios en los primeros meses
de vida parece ser crítica para la salud humana. Esto, porque cuando disminuye
la diversidad de estos gérmenes, se ha visto que favorece el desarrollo de varias
enfermedades alérgicas y autoinmunes”, dice Ramnik Xavier, jefe de la Unidad
Gastrointestinal del Massachusetts General Hospital y miembro del Instituto
Broad del MIT, que lideró el trabajo.
Los resultados de
esta investigación se publicaron en la última edición de la revista Science
Translational Medicine.
“El medicamento
que, por mucho, es el que más se indica en la infancia es el antibiótico”, dice
Mónica Lafourcade, microbióloga clínica. Sin embargo, advierte, la mayoría de
los cuadros respiratorios de la infancia son virales, por lo que no se deben
dar antibióticos.
“Debemos ver cómo
mejoramos el uso de estos medicamentos, para disminuir el daño que hacen en la
microbiota intestinal. Quizás los probióticos, que son bacterias protectoras,
puedan ser una forma de solucionar este efecto”, dice Fabián Magne, profesor
del Programa de Microbiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de
Chile.
Otro académico de
este programa, el pediatra e infectólogo Sergio Vargas, advierte que el uso
exagerado de antibióticos “es un problema real y universal, y por esto, la
resistencia se está viendo en todo el mundo”.
El trabajo de
Xavier demostró un aumento de los genes que causan resistencia después que los
niños consumían estos fármacos.
Este estudio
reafirma que “no es gratis” dar antibióticos a los niños, ya que puede afectar
su microbiota. Asimismo, para mantenerla saludable es fundamental comer fibra y
alimentos integrales.
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