Por Agencia EFE
¿Son buenos los celos en su justa medida?
¿Qué diferencias puede haber con la envidia? ¿Eres celoso? La inseguridad
trasladada a las relaciones personales también puede provocar que se conviertan
en un auténtico infierno.
El psicólogo Sergio García explica qué es la celotipia,
los celos “constitutivos”, cómo diferenciarlos de la envidia y qué podemos
hacer cuando condicionan nuestra vida y la de nuestra pareja.
¿Qué es la celotipia?
“Es un trastorno en el cual los celos jerarquizan tu vida
y son lo más importante de ella”, señala el psicólogo, añadiendo que, si eso
sucede, comenzamos a “tener imaginaciones excesivas, obsesiones” pensando, por
ejemplo, que “mi mujer me engaña o mi marido está con otra”, algo que de alguna
manera se convierte en protagonista del día a día.
Porque “todos
somos algo celosos, y apuntaba muy bien una persona al decir que los celos, en
ocasiones, si son ligeros, si son muy pequeñitos, son constitutivos, forman
parte de nuestra vida”. Eso sí, hay que diferenciar “entre celos y envidia”.
Para el experto,
es necesario “saber gestionar los celos”, pues “una vez que son ligeros y que
son constitutivos, de cada uno de nosotros, tendríamos que ver cómo los
gestionamos para que no se desarrollen de una manera celotípica”.
La inseguridad, un arma peligrosa
La inseguridad es
una de las causas de unos celos que pueden condicionar la relación y hacer
sufrir a la otra persona. La peligrosa necesidad de doblegar al otro.
“Cuando soy
inseguro lo que estoy haciendo es paliar ese sentimiento que tengo” por la vía
de los celos, un sentimiento “que de alguna manera hace que me sienta excluido
y que en el fondo tiene que ver con que me siento rechazado, no me siento
importante, y de repente quiero doblegar a la otra persona teniendo gestos y
situaciones que hacen que la relación vaya a peor”, señala el experto.
“Una cosa es que
yo controle los celos y otra que los celos me controlen a mí”, añade el
especialista. Para ponerle solución, “hay que pensar por qué nos sentimos
excluidos, por qué pensamos que no somos importantes y cómo es posible que de
pronto haya un sentimiento que no podemos dirigir”.
Señales de celos enfermizos
Es un problema
serio que podría requerir la intervención de un profesional de la salud mental.
Aprende a identificarlo.
- Revisan el
teléfono de su pareja
- Es una práctica
constante; no pueden evitar revisar las cuentas del correo, redes sociales:
Facebook, Instagram, Twitter, etc.
- Es grosero o
grosera
- En ocasiones
puede comportarse un poco prepotente y ridiculizar a su pareja ante otras
personas.
- Priva a su
pareja de disfrutar con otros
- Por lo general
les molesta que su pareja disfrute una salida con otras personas e insiste en
acompañarla todo el tiempo.
- Desconfían de
los compañeros de trabajo
- Esto incluye
tanto a los hombres como a las mujeres: no les gusta que su pareja realice
actividades placenteras.
- Revisan la ropa
- Revisan de
manera muy cuidadosa la ropa de la pareja con el fin de buscar rastros, manchas
u olores de alguna otra persona.
- Piensan que su
pareja se arregla para agradar a otros
- Asumen que su
pareja se arregla para agradar a alguien más y no a ellos, o porque desean
verse bien para sentirse a gusto consigo mismos.
Hay muchas razones
por las que una persona puede llegar a desencadenar celos enfermizos:
- Tiene miedo a
ser sustituido; existe pánico al reemplazo.
- Posee baja
autoestima.
- Es posible que
haya visto el engaño en sus padres y le ocasionó un severo trauma.
¿Qué hacer frente a los celos?
El especialista
señala: “Debemos salir de nosotros mismos, vernos desde arriba, para
poder reconfigurar la mente y alcanzar una vida mucho más tranquila y
saludable”.
- Identificar la
emoción
- Es importante
detectarlo a nivel personal; es decir, separa a tu pareja y mira en ti por qué
tienes ese sentimiento.
- Resolver la
causa
- Asumir las
consecuencias de los celos en otras personas y detectar cómo daña tu entorno,
platicar de eso en terapia y en pareja.
- Aprende de ello
- Aprende de
tus celos, habla de ellos y hazle frente a tus sentimientos.
0 Comentarios