La
humildad es uno de los valores esenciales en la educación
de los niños. Ser humilde significa sentir
respeto hacia los demás, no infravalorar a nadie, no considerarse
superior y sobre todo, tener una actitud permanente de aprendizaje.
La principal forma de enseñar a los
niños a ser humildes es explicando
con ejemplos y situaciones reales el significado de esta
palabra tan abstracta, y por supuesto, dando ejemplo.
. La palabra
humildad, que viene del latín, significa 'reconocer las limitaciones de uno
mismo'. Es decir, reconocer los errores y debilidades.
Para que un niño pueda entender el
significado de la humildad, los padres pueden aprovechar situaciones reales y
cotidianas:
- Aprovecha si tu hijo juega en equipo
para explicarle que
no siempre se gana y que aceptar la derrota y felicitar al
vencedor es humildad.
Enséñale a tu hijo
a ganar sin ridiculizar ni reirse de los que pierden. Y explícale que eso, es
humildad.
- Enseña
a tu hijo a respetar a las personas mayores y a
escucharles. Y diles que eso también es humildad.
- Si tu hijo se enfada por sacar malas
notas y piensa que su profesor le tiene 'manía', enséñale
a aceptar el suspenso y a esforzarse más.
- Cuando tu hijo vea animales pequeños como
mariposas o insectos, explícale que ninguno
de ellos es menos importante que los más grandes. Enséñale a
respetarlos
Enseña a tu hijo
que es muy importante pedir perdón para
enmendar una acción. Si en algún momento pegó a su amigo. Si le dijo algo feo.
Si se peleó con su hermano. Explícale que debe pedir perdón. La humildad es
aceptar que uno se puede caer y siempre se tiene que levantar. Es
aprender a perder y también a ganar. Es respetar a los que tienen más
experiencia y ser tolerantes con las diferencias. Es tener la mente abierta y
estar dispuesto a aprender durante toda la vida
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