POR: AGENCIA EFE
WASHINGTON.- La Organización Panamericana de la Salud (OPS) urgió este martes a los Gobiernos de América a considerar la salud mental como un «componente fundamental» de la respuesta a la COVID-19, cuando el continente alcanza casi 11,5 millones de contagios y más de 400.000 muertes.
«Nuestra región continúa
soportando la carga más alta de enfermedad por el coronavirus al nivel
mundial», afirmó en una conferencia de prensa virtual la directora de esa
organización, Carissa Etienne.
La experta advirtió sobre
el avance del virus en América, al indicar que concentra el 55 % de los casos
nuevos notificados la semana pasada.
«La región de las América
tiene aproximadamente un 13 % de la población mundial, pero el 64 % de las
muertes notificadas oficialmente hasta ahora en el mundo», agregó.
En ese contexto, apuntó que
aunque Estados Unidos y Brasil son los países que «están impulsando» las cifras
de la enfermedad en la región, están viendo una «tendencia ascendente» en otros
lugares que se habían mantenido estables, como por ejemplo el Caribe.
LA SALUD MENTAL, LA OTRA
CARA DE LA PANDEMIA
La directora de la OPS
llamó a no descuidar los efectos del coronavirus en la salud mental de las
personas, en especial por el miedo a la infección o la ansiedad en caso de
haberla contraído, el dolor por la pérdida de seres queridos o la incertidumbre
ante el futuro, entre otras.
«La pandemia de COVID-19 ha
provocado una crisis de salud mental en nuestra región a una escala nunca antes
vista. Se trata de una tormenta perfecta en todos los países, ya que vemos
necesidades cada vez mayores y recursos cada vez menores para abordarlas»,
alertó.
«Es urgente -añadió- que el
apoyo a la salud mental se considere un componente fundamental de la respuesta
a la pandemia».
En palabras de la
funcionaria, la salud mental es una «epidemia silenciosa» que ha afectado al
continente desde antes del coronavirus, en especial la depresión y la ansiedad
como causantes de discapacidad.
Pero en un contexto de
pandemia, la líder de la organización panamericana alertó del empeoramiento de
las enfermedades mentales y del consumo de alcohol, que en América –dijo- se
calcula es el segundo más alto del mundo.
«Las encuestas de los tres
países de nuestra región más afectados por la COVID-19 (Estados Unidos, Brasil
y México) muestran que aproximadamente la mitad de los adultos están estresados
por la pandemia», describió Etienne, al citar cifras según las cuales muchos
acuden al alcohol y los estupefacientes para sustraerse a la nueva realidad.
En particular, llamó la
atención sobre la necesidad de brindar apoyo de salud mental a las personas
enfermas con el virus y a sus cuidadores, así como a los trabajadores de la
salud que, aseguró, «están sufriendo agotamiento, ansiedad y depresión».
PANDEMIA Y VIOLENCIA
DOMÉSTICA
La directora de la OPS
pidió igualmente que se atienda de forma «urgente» el aumento de la violencia
doméstica en la región, donde las estadísticas previas a la pandemia ya dejaban
en evidencia un panorama preocupante.
«En toda nuestra región,
más de un tercio de las mujeres han sufrido violencia de pareja en algún
momento de su vida, y al menos uno de cada dos niñas o niños ha sufrido
violencia en el último año y antes de que comenzara la pandemia», sentenció.
Sin embargo, ilustró, en
medio de la pandemia las llamadas a una línea de ayuda familiar en Argentina se
incrementaron un tercio, mientras que en Colombia «se multiplicaron» y en
México las llamadas de emergencia aumentaron «en más del 50 %».
«Esta pandemia nos
recuerda, como nunca antes, que la salud mental es fundamental para el
bienestar de las personas y las sociedades», apuntó.
ACCESO A LA VACUNA
La líder de la OPS abogó
también por la importancia de garantizar un «acceso equitativo» a la vacuna, al
indicar que es «clave para garantizar que vamos a poder proteger a todos los
grupos vulnerables en todos los países, ricos o pobres, y salvar millones de
vidas».
«Esta es la prioridad
máxima cuando la vacuna esté disponible», sentenció la funcionaria, quien
confirmó que ya hay más 150 vacunas en distintos estadios de desarrollo, de las
cuales ocho se encuentran en la fase 3 de los ensayos clínicos, algo que
consideró «inédito», al igual que la pandemia.
De allí que estimó
necesario empezar a trabajar «ahora» para asegurar el acceso de todos los
países a la vacuna, a los que invitó a sumarse al mecanismo COVAX Facility,
impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Alianza para la
Vacunación (GAVI).
Etienne afirmó que, según
criterios económicos, diez países de la región (Bolivia, Dominica, El Salvador,
Granada, Guyana, Haití, Honduras, Nicaragua, Santa Lucía y San Vicente y las
Granadinas) reúnen las condiciones para recibir apoyo económico de ese
mecanismo para acceder a las vacunas a través de donaciones.
«Para el resto de los
países de la región -sostuvo- el mecanismo COVAX va a reducir los riesgos que
representan los acuerdos bilaterales con empresas específicas».
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