Si les dicen “comida chatarra”, lo más probable es que visualicen la imagen de una hamburguesa con queso, papas fritas y bebida o una pizza. Sin embargo existen muchas formas de preparar estos platos en casa y de una forma mucho más saludable, y no por eso menos sabrosa.
Comer rico y sano es
posible. Te
damos algunos truquitos para que en vez de llamar al delivery o visitar alguna
cadena de “fast food”, tengas las herramientas necesarias para optimizar y
cambiar el valor nutritivo de las comidas que más te gustan.
La clave
para tener versiones mucho más saludables de estos platos tan populares y tan
nocivos para nuestra salud, está en cambiar algunos ingredientes y modificar un poco las formas
de preparación.
“Transformar el consumo de la llamada comida chatarra en un
hábito, puede traer consecuencias negativas para la salud, debido a las altas
cantidades de grasa, azúcar, sal y poca fibra que se ingieren. Sin embargo,
cocinarlas en nuestra casa nos permite supervisar los ingredientes que usaremos
y la cantidad de calorías y nutrientes que vamos a consumir. Así, tenemos la
opción de poder comer algo igual de atractivo pero de una forma más
equilibrada.
Cómo convertir la comida chatarra
A continuación, el
nutricionista experto Carlos Smith del Centro Norte Americano de Salud explica
cómo reinventar las recetas de tu comida rápida favorita, para disfrutarlas de forma más
saludable.
Hamburguesas
– Como base, escoger carne lo más magra posible, para no adicionar grasas a
través de este elemento. Puede utilizarse carne molida de vacuno con un bajo
porcentaje de materia grasa, pechuga de pollo o pavo, e incluso pescados o
productos del mar.
– También se pueden usar como base ingredientes vegetarianos como
las legumbres,
ricas en proteínas, fibra, hierro, y vitaminas del grupo B. Además, su
contenido de grasa no supera el 4% de su composición.
– Preparar uno mismo la mezcla de las hamburguesas, con ingredientes más saludables como
avena molida en vez de pan rallado, o solo la clara del huevo en vez de sumarle
la yema, o adicionando mostaza como una forma de emulsionar la mezcla.
– Cocinar las hamburguesas en el horno, en vez de freírlas. Al cocinarlas de
esta forma, se obtiene un resultado similar, pero con menos calorías.
– Posteriormente, si se van a comer en pan, usar una opción
integral en
vez de blanco, ya que éste contiene una mayor cantidad de fibra.
– Agregar ingredientes de ensalada a las hamburguesas como tomates, cebollas, y
diferentes tipos de hojas verdes, como rúcula o berros. La lechuga no es la
única opción.
– En vez de mayonesa, usar una mezcla de yogurt natural descremado, que contiene menos porcentaje de
grasa.
Papas fritas
– Lo mejor para transformar este plato en algo más saludable es
hornear las papas,
en vez de freírlas.
– Para además usar menos aceite en su cocción, “pintarlas” con este elemento
utilizando una brocha, así se evita derramar aceite en exceso sobre ellas.
– Al prepararlas de esta forma logras como resultado un plato más
ligero, con
menos grasas, más fácil de digerir y con menos calorías.
Pizzas
– Escoger una base de pizza delgada, preferentemente integral. Otra
opción es hacerla uno mismo, usando harina integral en lugar de harina blanca
de trigo.
– Preferir salsa de tomate casera, en lugar de la envasada. Estos
productos por lo general tienen un mayor contenido de sodio y persevantes.
– Optar por carnes magras. Se pueden reemplazar los pepperoni, salame o salchicha,
por tiras de pechuga de pollo desmenuzada, jamón de pavo o camarones.
– Reducir la cantidad de queso a usar o bien seleccionar un queso
bajo en grasa. Incluso
se puede preparar la pizza sin queso.
Fuente: http://diarioecologia.com/
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