Isabel Gallardo Ponce
Aunque el huevo es una fuente de proteínas interesante, su alto contenido en colesterol (fundamentalmente en la yema) ha hecho que durante algunas décadas se desaconsejara su consumo en las personas con riesgo cardiovascular y, muy especialmente, en aquellos con colesterol alto en sangre.
Sin embargo, un nuevo estudio
internacional realizado por diez expertos de universidades de España,
Italia, Polonia, Dinamarca, Holanda y Suiza trae buenas noticias para aquellos
que se decantan por tomar “huevo ya sea frito, cocido o en tortilla. Se trata
de una fuente de proteínas de alta calidad y de bajo precio que no
aumenta el riesgo cardiovascular”, según ha explicado a CuídatePlus Miguel
Ángel Martínez-González, investigador del Ciberobn de la Universidad de Navarra.
La investigación, que ha revisado 39
estudios publicados sobre el huevo y su relación con la enfermedad
cardiovascular hasta principios de 2020, concluye que no se encuentran riesgos
para mantener un consumo habitual de hasta cuatro huevos a la semana.
El metaanálisis sobre datos de 1,8 millones de participantes viene a resolver
la polémica y absuelve al huevo de su hasta ahora mala fama sobre la
salud cardíaca.
De hecho, Martínez-González explica que, según los
resultados del análisis, como parte de una dieta saludable, y en población
sana, se puede ingerir de media un huevo diario sin que se
asocie con mayor riesgo cardiovascular o con un
aumento de la mortalidad. Eso sí, esta recomendación no es válida para
las personas con diabetes, donde la prudencia y la ciencia señalan que “no
se aconseja comer más de cuatro huevos a la semana ya que estos
pacientes tienen características metabólicas diferentes”, debido sobre todo a
la resistencia a la insulina y al déficit funcional de insulina.
El huevo proporciona vitaminas y minerales muy interesantes para la nutrición, así
como proteínas de alta calidad. “Se trata de una combinación nutricional
óptima”, que además permite que se produzca el principio de sustitución.
“Consumir la proteína del huevo no deja lugar a reemplazarlo por otros
alimentos menos saludables y, por consiguiente, se ingiere una menor cantidad
de carnes rojas o alimentos
procesados”, que sí producen un efecto adverso sobre la salud.
No obstante, según Martínez-González, la realidad
es que el mensaje de limitar el consumo de huevos que comenzó a darse hace
veinte años ha calado entre la población y se ha reemplazado su ingesta por
alimentos procesados perjudiciales para la salud.
¿Por qué el huevo tiene mala fama?
El huevo como alimento denostado por su alto
contenido en colesterol obedece a un tiempo en el que en Nutrición se realizaba
el análisis químico de los alimentos. Así, la yema de huevo salía
vencedora en lo que a contenido de colesterol se refiere. Lo que viene a
demostrar este estudio es que esa relación es plana y no se ve un
aumento del riesgo cardiovascular al aumentar el consumo de
huevos.
“Lo que sí aumenta el colesterol en sangre es el
consumo de grasas saturadas y grasas trans, presentes en la bollería
industrial y en las chocolatinas. Y lo hace mucho más que consumir el
colesterol del huevo porque se produce un paso metabólico en medio”.
Huevos con beicon
El consumo de huevos sí parece tener impacto
sobre el desarrollo de la insuficiencia cardiaca (un
síndrome clínico en el que la función del corazón está alterada o el músculo
cardíaco no es capaz de bombear suficiente sangre) aunque este efecto parece
que sólo se produce en la población estadounidense analizada
en los trabajos.
Estefanía Toledo, otra de las autoras del estudio e
investigadora del Ciberobn de la Universidad de Navarra, matiza que “se
especula que la controversia que pudo producir en su día algún estudio
realizado en Estados Unidos podría deberse a que el huevo se suele
acompañar allí de otros alimentos menos saludables como el beicon,
especialmente en el desayuno. No está claro que vaya a tener estos efectos
adversos cuando se enmarca en un patrón de alimentación saludable como el
patrón alimentario mediterráneo tradicional”.
Es cierto que la definición del patrón mediterráneo
como tal no incluye el consumo de huevos al no ser un alimento característico
de la cuenca mediterránea, pero sí “pueden incluirse en la ingesta de proteínas
permitida". Lo mismo ocurriría en el caso de las patatas, cuyo consumo
tampoco es típico de la dieta mediterránea.
Frito, cocido o en tortilla
La ciencia no ha analizado de forma empírica qué
forma de cocinado del huevo es el mejor para la salud: si frito,
cocido o en tortilla. “Sí hay estudios epidemiológicos que han concluido que un
exceso de consumo de alimentos fritos pueden elevar los niveles de obesidad y de síndrome
metabólico. Sin embargo, el estudio EPIC concluyó que no
se observan efectos perjudiciales para la salud al utilizar el aceite de oliva virgen extra para freír.
Así que hay que desterrar el mito de que no se pueden freír los huevos con
aceite de oliva virgen extra".
Eso sí, si lo que se quiere es perder peso
lo mejor es optar por tomarlo cocido o en tortilla.
0 Comentarios