Por Carlos Candelario Veras.
La cultura es todo lo que el ser humano hace, desde lo más rústico, burdo, hasta lo más fino, sublime y delicado que pueda existir. Es la manera de pensar, de sentir y de actuar más o menos formalizado que comparten los miembros de una comunidad, pueblo o país.
La
cultura es el conjunto de valores materiales y espirituales obtenidos por la
humanidad en el desarrollo de sus actividades, a través de la historia.
La
cultura es lo que identifica a un país, es lo que diferencia la manera de
pensar, de actuar y de sentir de los miembros de un grupo social determinado.
En los últimos tiempos la transculturación se
ha adueñado de los jóvenes de nuestro país, o sea, la pérdida de identidad del individuo al ponerse en contacto con una
cultura ajena. Los jóvenes quieren imitar la cultura de otros países más
desarrollados que el nuestro. Vemos que usan las modas buscando agradar al sexo
opuesto y adecuarse al medio ambiente en que se encuentran.
La
cultura no es innata, es decir que nadie nace con cultura, ésta se adquiere a
través del tiempo y trasciende de generación en generación.
A veces
nos encontramos con jóvenes con una capacidad extraordinaria de interpretación
y análisis, con una cultura general, que pueden hablar de cualquier tema de
actualidad sin importar lo complejo que sea. Que pueden discutir con un adulto
con facilidad. Jóvenes que no se subestiman por su poca edad; si analizamos la
conducta de estos jóvenes inquietos notaremos que son personas que no se
pierden una charla ni una conferencia; que viven de seminarios a cursos
talleres, ellos no pierden tiempo haciendo cosas innecesarias, sin importancia;
cosas a las que no sacan ningún provecho. Estos leen el periódico para estar
actualizado sobre los últimos acontecimientos acaecidos en el mundo; para poder
opinar y hacer sus aportes significativos. Así es el joven que el mundo
necesita.
Desde
el punto de vista social, todos tenemos cultura, porque interactuamos con los
demás, nos relacionamos con otros en la sociedad a la que pertenecemos. La
cultura es intrínsecamente social. Para que exista debe haber dos o más
personas interactuando entre sí.
Es
importante en este proceso hablar de la convivencia. Con cuales personas se asocia
el joven. Qué tipo de personas elige para compartir y hacerlo sus amigos. Esto
influye mucho en la formación de una persona.
En
nuestra cultura hay muchos valores, tanto materiales, como espirituales que se
deben realzar, porque a través de la historia nos han enseñado a delimitar lo
que es malo y bueno. Esto nos da más seguridad a la hora de tomar decisiones.
También
la cultura nos enseña las operaciones de conducta que debemos reflejar según
nuestro estatus en la sociedad. Cuales son nuestras funciones como miembros de
un grupo social determinado. Así podemos encontrar los valores que se
encuentran inculcados en la humanidad. Esto nos impulsa a seguir hacia adelante
y extrapolar más allá de lo que nuestros ojos pueden ver.
El
joven que el mundo necesita tiene que preocuparse por tener cultura general, es
decir, desarrollar sus conocimientos generales, en diversas áreas del saber. Conocer
algo sobre los acontecimientos que han transformado la humanidad, a través de
la historia y sus protagonistas o líderes. Conocer las obras literarias
clásicas y sus autores y estar actualizados sobre lo que está pasando en el
mundo actualmente.
La cultura debe ser una expresión genuina en
la formación en valores de los líderes que están llamados a transformar esta
sociedad.
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