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Enfermedad de manos, pies y boca: ¿en qué consiste?


Luis Rodolfo Rojas Gonzalez                                                                                                                                 La enfermedad de manos, pies y boca es una patología frecuente en niños pequeños que asisten a guarderías. A pesar de no ser tan severa, puede resultar incómoda y dificultar la ingesta de alimentos.  


                                                                                                                              Los niños pequeños son más propensos a sufrir infecciones virales. Esto se debe a que su sistema inmune no cuenta con la información necesaria para protegerlos del todo. Una de estas infecciones es la enfermedad de manos, pies y boca.

Esta patología es una infección producida por varios virus pertenecientes al grupo de los enterovirus, ubicados en la materia fecal humana. Estudios demuestran que los virus coxsackie A16 y enterovirus 71 son los agentes etiológicos más frecuentes, hallados hasta en el 70 % de los casos.

Las personas más propensas a sufrir la patología son los menores de 5 años, sin embargo, también puede ser padecida por adolescentes y adultos. La enfermedad de manos, pies y boca suele remitir por sí sola al cabo de 7 o 10 días sin dejar ningún tipo de secuelas.

Síntomas

La infección tiene un tiempo de incubación que puede variar entre 3 y 6 días antes de que se presente la clínica característica. El primer síntoma que aparecerá será la fiebre baja, la que es inespecífica y solo indicará la presencia de alguna infección.

La lesión característica de esta enfermedad son las úlceras dolorosas ubicadas en el interior de la boca, los labios y la garganta. Iniciarán como vesículas eritematosas que se ulcerarán rápidamente. También es frecuente la aparición de lesiones máculopapulares en la palma de las manos y la planta de los pies.

Una ubicación poco frecuente son los glúteos y la región del pañal, sin embargo, no debe ser descartada. Tendrán un tono rojizo y serán dolorosas, por lo que pueden agitar al bebé. Otros síntomas que pueden padecer los niños con esta infección son los siguientes:

  • Dolor de garganta.
  • Malestar general.
  • Pérdida de apetito.
  • Agitación e irritabilidad.
  • Secreciones nasales.
  • Dolores musculares y síntomas gripales.

Causas de la enfermedad de manos, pies y boca

Como ya se dijo, los agentes etiológicos más frecuentes son los virus ARN pertenecientes a la familia de los enterovirus: coxsackie A16 y enterovirus 71. No obstante, desde el 2008 se han reportado casos en países europeos y asiáticos producidos por la variedad coxsackie A6.

 La enfermedad de manos, pies y boca es más contagiosa durante los primeros días de la infección, no obstante, el período puede extenderse por algunas semanas. Todos los virus causante de la patología pueden encontrarse en la materia fecal humana, en las secreciones nasales, la saliva y el líquido de las vesículas.

 La infección se producirá cuando los niños entran en contacto directo con estas sustancias contaminadas. Además, también puede ser transmitida por el uso de objetos o por el contacto cercano con adultos colonizados. Es importante destacar que la enfermedad es asintomática en adultos y estos la transmiten sin notarlo.                                                                                                       ¿Cómo se realiza el diagnóstico?                                                        El diagnóstico de la patología es netamente clínico, por lo que el especialista deberá indagar acerca de la presentación de los síntomas. Además, esta infección es frecuente en las guarderías, lo que es indicativo de brotes.

La visualización de las lesiones es de suma importancia para hacer la diferenciación con otras patologías que cursen con una sintomatología similar. De esta manera, se debe descartar la presencia de varicela, herpangina, eritema multiforme y estomatitis aftosa recurrente.

También es posible que se indiquen exámenes de sangre y de heces. En la sangre se analizarán anticuerpos específicos contra los enterovirus, mientras que en las heces se buscará aislar al agente etiológico.

Tratamiento de la enfermedad de manos, pies y boca

Esta es una infección autolimitada, la que suele remitir por sí sola al cabo de unos días, por lo que no es necesario un tratamiento médico específico. En este sentido, la terapéutica a seguir consistirá en el alivio de los síntomas.

Algunos especialistas pueden recomendar el uso de enjuagues bucales con propiedades antisépticas para tratar las aftas. Además, el empleo de analgésicos tópicos puede ayudar a disminuir el dolor y la incomodidad presentada.

Para finalizar, también es recomendable ingerir analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno o el paracetamol. El efecto de estos fármacos no solo ayudará a reducir el dolor y el malestar general, sino que a su vez reducirán la fiebre presentada.

Consejos y remedios caseros

La ingesta de alimentos fríos y refrescantes es una de las medidas más eficaces para aliviar la sintomatología desde casa. No obstante, se deben evitar bebidas cítricas, frutales y gaseosas, ya que las mismas pueden tener un efecto irritativo en la mucosa oral.

Entre los alimentos que pueden aliviar el dolor producido por la aftas bucales destacan los siguientes:

  • Helados y postres fríos.
  • Paletas heladas o pedazos de hielo.
  • Agua o leche fría.
  • Alimentos blandos y fáciles de masticar.

Por otro lado, se debe evitar el consumo de alimentos salados o muy condimentados, ya que pueden empeorar el dolor. Uno de los remedios caseros más utilizados son las gárgaras de agua tibia con sal. Esta mezcla funciona como antiséptico y analgésico. Aunque la patología en cuestión es por un virus, se podrían prevenir así sobreinfecciones bacterianas.

 También es imprescindible ingerir una cantidad de líquidos adecuada para poder prevenir la deshidratación. Siempre será necesario acudir al especialista cuando los pequeños no quieran tomar agua o comer, con la finalidad de evitar una descompensación. 


             Prevención de la enfermedad de manos, pies y boca

En la actualidad no existe una vacuna que sea capaz de prevenir la aparición de esta infección, por lo que la mejor medida preventiva es mantener una buena higiene. En este sentido, el lavado de manos es fundamental para la eliminación del virus.

Se recomienda a los cuidadores lavarse las manos después de cambiar un pañal y tras llevar a los niños al baño. De esta manera, se evitará que el virus infecte las superficies con las que los pequeños tienen contacto. También es recomendable lavar las manos de ellos antes de comer y de forma regular a lo largo del día.

La desinfección constante del área donde se cambian los pañales también es una gran medida preventiva. Esta familia de virus es sensible al cloro, por lo que una solución de lejía de uso doméstico y agua será capaz de eliminarlos.

La misma solución de lejía puede usarse para la desinfección de los objetos de uso cotidiano, como los juguetes y los lugares que frecuentan los niños.

Una patología con pocas complicaciones

La enfermedad de manos, pies y boca es una patología frecuente durante la primavera, el verano y el otoño. La misma no representa graves riesgos para la vida de quien la padece, su resolución es rápida y no deja ningún tipo de secuelas.

Las complicaciones son muy raras, no obstante, existen cepas del virus capaces de generar afecciones neurológicas, como la meningitis viral. Por ello, siempre es importante acudir al consultorio médico ante la presencia de algún síntoma extraño en los niños.

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