Investigadores de Australia creen haber encontrado el mecanismo por el cual pueden afirmar de que una dieta alta en proteínas es mala para la salud y trae consigo una menor esperanza de vida. En este estudio se han puesto a prueba los efectos de una dieta rica en proteínas sobre la velocidad de síntesis proteica en el marco de un modelo animal.
Los estudios
in vitro muestran cómo la composición de la dieta puede influir en la velocidad
a la que se forman las proteínas en las células. Los resultados demostrarían
que la mayor rapidez a la hora de sintetizar las proteínas en las células
acarrea más fallos y, por tanto, repercute en una menor esperanza de vida.
El origen
de los macronutrientes es determinante
Que los
investigadores no son precisamente defensores de la dieta hiperproteica es algo
que queda claro. Subrayan sobre todo que es importante un buen equilibrio entre
los diferentes macronutrientes, hidratos de carbono, proteínas y grasas. Según
ellos, también es esencial prestar atención a las diferencias en las fuentes.
Así, afirman
que “comer alimentos ricos en carbohidratos que también sean ricos en fibra
sería lo más beneficioso”. Ellos se refieren a la dieta mediterránea, con mucha
fruta y verdura, lo cual está relacionado con una mayor esperanza de vida,
según los investigadores.
Además,
plantean que no solo la composición de la comida, sino también la cantidad,
influye en lo que respecta a la esperanza de vida. Uno de los investigadores
afirma: “Ya sabíamos que comer menos prolonga la vida”. En el estudio actual,
los investigadores demuestran que comer en exceso puede tener el efecto
contrario.
Demasiado
de cualquier cosa es perjudicial
Estamos en
parte de acuerdo con los investigadores en que es importante mantener unas
buenas proporciones de nutrientes, macronutrientes en este caso, y también
estamos de acuerdo con el ejemplo de la dieta mediterránea. Además, cualquier
cosa de la que se coma demasiado puede ser perjudicial. En el estudio no se
indica qué se entiende por dieta hiperproteica. La paleodieta está compuesta
aproximadamente por un 30% de proteínas, completadas por alrededor de un 35% de
grasas y un 35% de carbohidratos.
Alimentación
equilibrada y variada
Asimismo parece ser que la fuente de los macronutrientes es efectivamente importante. En otro estudio anterior a gran escala que se publicó en The Lancet se vio que tanto la dieta hipoglucídica como la hiperglucídica están asociadas a una mayor mortalidad. En las dietas bajas en carbohidratos, la sustitución de estos nutrientes principalmente por proteínas animales provocó una mayor mortalidad. Sustituir los glúcidos por grasas y proteínas procedentes de fuentes vegetales, como verduras y frutos secos, produjo una menor mortalidad.
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