Eva Martinez Arredondo
Los juegos sexuales para disfrutar de nuevas experiencias o reavivar la llama del sexo en pareja a menudo incluyen el uso de comida, sobre todo, de alimentos como la nata o el chocolate, entre otros. Este tipo de prácticas que pueden resultar eróticas no están exentas de riesgos desde el punto de vista de la salud sexual, tal y como explica a CuídatePlus, Carmen Hidalgo Tenorio, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) y responsable médica de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada. “La comida puede formar parte de los juegos eróticos, pero con prudencia y cautela sabiendo cómo hacerlo, porque si no, puede implicar ciertos riesgos”.
En concreto,
esta especialista apunta que la inclusión de alimentos al realizar ciertas
prácticas sexuales como el sexo oral puede aumentar el riesgo de
desarrollar infecciones a nivel genital como la uretritis y vaginitis y aquellas relacionadas con el tracto
urinario o anal (proctitis). “Debe evitarse poner o introducir bebidas o
alimentos en genitales, o mucosa anal ya que, por ejemplo, alimentos
azucarados pueden favorecer la aparición de infecciones bacterianas a
nivel genital, urinario o anal; también hay que tener en cuenta, que los
alimentos utilizados pueden estar colonizados por microorganismos previamente y
dar lugar a una infección en la mucosa en la que se introduzca”.
En esta
línea, la portavoz de la Seimc recomienda evitar introducir alimentos
en los genitales o en el ano tales como fresas, chocolate, nata o
miel. A su juicio, tampoco se aconseja introducir en estas zonas lubricantes caseros en forma de aceites y productos
de masajes que solo son aptos para la piel.
Daños y
rotura del preservativo
En cuanto a
emplear aceites caseros y lociones de masaje al tener sexo, Hidalgo recuerda
que estos productos están formulados para hidratar la piel, no las mucosas:
“Cuando se usan como lubricantes caseros no se absorbe, ni lubrican, no
resuelven el problema de la sequedad y, por otra parte, los aceites
dañan los preservativos favoreciendo su rotura”. Asimismo,
esta experta apunta que los alimentos grasientos también pueden dañar los
preservativos e incluso hacer que se rompan.
Por tanto,
la utilización de alimentos durante algunos juegos sexuales puede incrementar
la exposición a infecciones de transmisión sexual como la clamidia, sífilis, gonorrea, virus del papiloma humano (VPH), VIH o linfogranuloma venéreo. Al respecto, el
informe de Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones de Transmisión
Sexual en España advierte un incremento de casos de gonorrea y
sífilis. Por ello, los expertos recalcan la importancia de utilizar métodos de
barrera para la prevención de estas enfermedades.
Cuidado con
mezclar sexo y alcohol
A menudo se
utilizan las bebidas alcohólicas para estar más relajados y perder la timidez
que pueden conllevar el sexo, sin embargo, esto puede favorecer prácticas de
riesgo. “El alcohol, muy empleado para la desinhibición en las relaciones
humanas, puede llevar al sujeto a la pérdida de control y a tener
prácticas no deseadas como, por ejemplo, el no uso del
preservativo, lo que podría llevar a embarazados no deseados o infecciones
de transmisión sexual”, afirma Hidalgo.
En su
opinión, la ingesta de alcohol puede llevar también a dejar de tomar
tratamientos como los anticonceptivos orales, o en el caso de pacientes con
VIH, puede dar lugar a interrumpir la terapia antirretroviral, lo que tendría
como consecuencia “la posible aparición de fracaso virológico y posible
transmisión de la infección”. En estos casos, el consumo de alcohol también
puede hacer que personas que emplean la profilaxis pre-exposición frente al VIH
no la tomen y adquieran la infección.
Por todo
ello, esta especialista recomienda directamente no beber si quieres
practicar sexo porque insiste en que no es el mejor aliado durante las
relaciones sexuales. En términos generales, Hidalgo subraya que “la comida y el
alcohol durante el sexo pueden producir problemas serios de salud, sino conoces
sus últimas consecuencias”.
Cómo mezclar
sexo y alimentos de forma segura
A su juicio,
si el objetivo es mejorar la vida sexual con nuevos juegos y experiencias, la
responsable médica de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital
Universitario Virgen de las Nieves recuerda que existen muchas formas de
hacerlo y siempre con precaución. “Si utilizas alimentos, lávalos
previo al uso, no los introduzcas en genitales, o en mucosa anal, no
utilices sustancias semilíquidas como nata, miel o líquidos en vagina
o ano, que sean difíciles de limpiar y favorecen la aparición de infecciones a
nivel local o incluso en ocasiones sistémicas”, detalla.
Sobre el uso
de aceites y productos para el masaje, Hidalgo puntualiza que “son de uso
externo, no deben emplearse en mucosas, y las mucosas incluyen: boca,
genitales, ano”. Por último, esta experta enfatiza en que “si tienes sexo, no
bebas” para evitar situaciones no deseadas o la incorrecta utilización de los
métodos anticonceptivos. “Disfruta de la vida y del sexo con cabeza, que no te
estropeé el día un pastelito de nata con nueces”, concluye.
Fuente: CuídatePlus
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