Por Carlos Candelario Veras
Consiste en ingerir sin medida ni control una sustancia química, líquida, volátil, inflamante, incoloro, de sabor urente, ardiente y olor muy fuerte, que se obtiene por la destiglación de productos de fermentación con sustancias azucaradas y fecundadas.
Este líquido muy consumido
en nuestro país está legalizado y tiene muchos derivados como: el ron, wiskis,
vinos, cervezas y otros licores.
El alcoholismo parece ser
producido por la combinación de diversos factores fisiológicos, sicológicos, y
genéticos, se caracteriza por una dependencia emocional y a veces orgánica.
Entre las principales causas tenemos:
La herencia de sus padres. O sea, que si un niño ve a sus padres tomando alcohol y
llega borracho a su casa estrellando, éste puede imitarlo y salir igual que él
El medio ambiente. Esto tiene que ver mucho con este problema, un individuo
que se cría en un lugar contaminado por
centro de diversión donde se consume alcohol, es más propenso de salir bebedor,
como decimos.
Los amigos de las calle. Estos motivan igual que en las drogas a ingerir bebidas alcohólicas
y los diferentes anuncios o publicidad que se observan en los medios de comunicación, en los cuales para
anunciar una cerveza le presentan una mujer casi desnuda a los jóvenes.
Entre las principales consecuencias tenemos:
La devaluación de los conceptos morales y espirituales. Una persona borracha es un individuo sin vergüenza, que
no tiene control de su situación ni de su comportamiento. Es por eso que
presenta una conducta alejada de las buenas costumbres, del prójimo y de Dios.
El empobrecimiento. Un alcohólico igual que un drogadicto, gasta todo lo que
tiene en su vicio y hace lo que sea para conseguir dinero y así poder comprar
alcohol o drogas. Estos se convierten en puro lastre en la sociedad.
Un alcohólico puede perder
su empleo, su familia, sus amigos y su dignidad.
Produce daño cerebral progresivo y por último la muerte.
Extraído del libro Juventud, Sociedad y Liderazgo del mismo autor.
0 Comentarios