Por: Maria Jimena Freytes
Invertir tu capital es una decisión muy importante que
conlleva riesgos que deberás asumir. Lo ideal es que estos sean bajos y no
dañen tu patrimonio.
Toda inversión supone un riesgo financiero, es
decir, la chance de que la inversión que realizamos nos genere pérdida de
dinero, o bien que la ganancia que esperábamos obtener se demore más de lo
previsto. Para aprender cómo reducir el riesgo financiero tenemos que saber que
siempre habrá incertidumbre en cuanto al rendimiento.
Esta incertidumbre no constituye el riesgo en sí, sino que
en ella influyen diferentes factores. Entre ellos, los cambios que se
experimentan en el sector en el que hemos elegido operar, el no poder recuperar
el capital invertido y la inestabilidad inherente de los mercados. Repasemos
entonces cuáles son algunos de los riesgos financieros que existen y consejos
para reducirlos.
¿Qué tipo de riesgos financieros existen?
No es nuestro objetivo adentrarnos en el mundo de las finanzas,
pero es importante conocer cuáles son los riesgos financieros más
comunes a los que se enfrentan los inversionistas. Por ejemplo, el
riesgo de crédito se genera cuando una de las partes no cumple con el pago de
una deuda adquirida. El riesgo de liquidez surge de la imposibilidad de una de
las partes de asumir sus compromisos, justamente por falta de efectivo.
Finalmente, podemos mencionar el riesgo de mercado, que
está presente en las operaciones que se dan en los mercados financieros. En
este marco, el riesgo de cambio se relaciona con inversiones en diferentes
divisas en las que una sufre fluctuaciones. Asimismo, el riesgo de tasa de
interés se desprende de una baja o alza de los tipos de intereses, como una
hipoteca.
Consejos para reducir el riesgo financiero
Los expertos coinciden en que la base para reducir los
riesgos financieros que supone una inversión es contar con una estrategia. Sabemos que el “riesgo cero” no es
posible. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es informarnos y llevar a
cabo algunas acciones para minimizarlo.
1. Analizar la rentabilidad de la inversión
En este punto es importante reconocer cuáles son los
diferentes tipos de activos financieros, tales como bonos, acciones o efectivo,
entre otros. Cada uno de ellos tiene sus pros y sus contras.
Por ejemplo, el gran riesgo del dinero es la inflación,
mientras que los bonos son más seguros en ese aspecto. Pero varían con la tasa
de interés y ofrecen restricciones para su liquidación.
2. Diversificar la inversión y por ende el
riesgo
Invertir en diferentes tipos de activos es una
muy buena estrategia. Por lo tanto, uno de los mejores consejos
sobre cómo reducir el riesgo financiero.
La propuesta es invertir en activos que supongan distintos
niveles de riesgo. Es lo que se denomina cartera de inversiones amplia.
A veces las operaciones más riesgosas nos tientan porque su
rentabilidad es tan alta como su riesgo, pero si llegara a salir mal, habremos
perdido gran parte del capital en tan solo una inversión. Es por esto que se
recomienda alternar las inversiones de alta y baja peligrosidad.
3. “Cubrir” la inversión
El objetivo de proteger tu inversión es atenuar el
riesgo que se da en cada una de las inversiones. Entonces, lo ideal es
equilibrar el alto riesgo de un activo vulnerable, invirtiendo en otro que nos
dé ganancias si una da pérdida. Por más que no alcance para compensar, al menos
habremos reducido el monto negativo.
Es importante aclarar que cubrir la inversión no implicará
una ganancia directa, sino que está allí para protegerte, como es el caso del
seguro del coche. Pagamos el seguro para que este responda en caso de accidente
y no nos genere una erogación importante de dinero en arreglos.
4. Ahorrar para poder gastar
Si ganaras el doble, ¿gastarías el doble? Nos referimos a
gastar todo lo que cobras por mes, aun pudiendo ahorrar.
En otras palabras, ajustas (o desajustas) tus
gastos a tus ingresos y no te dejas un margen para ahorrar. En este
sentido, el concepto de libertad financiera trae aparejado el hecho de que el
dinero se debe guardar (o invertir) luego de haber gastado lo justo y
necesario. Antes de invertir necesitamos haber ahorrado una suma que haremos
trabajar y crecer.
5. Evitar las deudas
La premisa sería que no podemos declararnos en quiebra si
no tenemos deudas y
no estaremos en negativo. Aunque entendemos que muchas veces el endeudamiento
es necesario porque las circunstancias apremian, lo ideal es abstenerse
de contraerlo.
Es común que la gente no preste atención a los intereses
que genera un determinado préstamo. Y menos que se saquen las cuentas de cuánto
será el monto a devolver al solicitar un crédito.
6. Reducir los gastos
En caso de notar que nuestros ingresos peligran, lo mejor
es ahorrar y llevar un estilo de vida austero. Apelamos
aquí a reducir gastos innecesarios que no aportan significado ni
bienestar real a nuestro estilo de vida.
Últimas recomendaciones para reducir el riesgo
financiero
Tiempo, perseverancia y capacidad de decisión son
3 cualidades que deberás desarrollar si aún no forman parte de tu personalidad
inversora. Las finanzas van ligadas a los acontecimientos que alteran el
orden mundial, por lo que es importante que te tomes el tiempo para estar al
tanto de lo que sucede en las grandes potencias.
Tienes que ser paciente y darle tiempo al resultado de tus
inversiones porque, generalmente, no llegan de un día para el otro. Finalmente,
tienes que ser capaz de tomar decisiones rápidas y hasta cambiar el rumbo de
tus inversiones si fuera necesario.
Esperamos que puedas seguir estos consejos y que el riesgo
de tus inversiones baje. Del mismo modo, que tus ganancias aumenten.
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