Por: Maria Patricia Pinero Corredor
¿Cuándo fue la última vez que consumiste maíz? Es posible
que no hace tanto tiempo. Se trata de un cereal popular.
El maíz es un cereal con orígenes ancestrales. Los
indígenas americanos, antes de la llegada de Cristóbal Colón, lo consideraban
la base de la vida. Esta semilla ha penetrado en casi todas las gastronomías
del mundo desde entonces.
Tiene innumerables variedades y puede encontrarse en
diferentes preparaciones en cada continente. Lo debes haber comido cientos de
veces en tu vida.
Pero, ¿alguna vez te preguntaste qué te aporta consumirlo?
¿Puede causarte algún daño ingerirlo? En este artículo te contaremos qué
beneficios obtienes y su valor en la cocina. Sigue leyendo y lo sabrás.
Valores nutricionales del maíz
Desde el punto de vista nutricional, el maíz es superior a
otros cereales, excepto por el contenido de proteínas. Según el Departamento de
Agricultura de Estados Unidos (USDA), 100 gramos de maíz aportan 86 gramos de
kilocalorías, 3,27 gramos de proteínas, 18 gramos de carbohidratos y 2 de
fibra. Se considera una buena fuente de almidón, ya que tiene 5,7
gramos.
Es una gran fuente de minerales. Aporta 37 miligramos de
magnesio, 270 de potasio, 89 miligramos de fósforo y 15 de sodio. De vitaminas
contiene 6,8 miligramos de vitamina C, 187 Unidades Internacionales de vitamina
A, 42 microgramos de ácido fólico y 23 miligramos de colina.
Se trata del único cereal provitamina
A, lo que quiere decir que es el único capaz de ser convertido en
vitamina A por el cuerpo.
Beneficios del maíz
El consumo de maíz tiene importantes beneficios para la
salud. Te los explicamos a continuación.
El maíz es un producto ancestral. Las culturas americanas
lo han tenido siempre como base de la dieta.
1. Propiedades antioxidantes
Al contener carotenoides, como la luteína (644 Unidades
Internacionales) y la criptoxantina (115 Unidades Internacionales), el poder
para bloquear radicales libres es notorio. Ambas sustancias se consideran
potentes antioxidantes.
La luteína y la criptoxantina suelen ser responsables del
color naranja y amarillo de los alimentos. Se trata de carotenoides si los clasificamos químicamente.
Los antioxidantes combaten a los radicales
libres, que son sustancias químicas que introducen el oxígeno a
las células del cuerpo, causando la oxidación en diferentes partes y acelerando
el envejecimiento.
2. Control del peso
Algunos tipos de maíz son ricos en amilosa, uno de los
componentes del almidón. Por ello, ayudan a controlar el peso. Esta
variedad de almidón no se digiere en el intestino delgado, llega al
intestino grueso y alimenta a la flora intestinal. Por lo tanto, ayuda a
regularizar el tránsito y da mayor sensación de saciedad.
3. Para la función cerebral
Al contener colina, el maíz se convierte en una pieza
importante de la dieta para la función cerebral. La colina es un nutriente que
es necesario para la síntesis de acetilcolina. Se trata de un neurotransmisor
que cumple funciones en la memoria y en el control muscular.
Además, el maíz también contiene grandes cantidades
de ácido fólico. Este interviene en la función del sistema nervioso central,
en el metabolismo de las células nerviosas y en la síntesis de mielina. La
mielina es una sustancia que protege a las células nerviosas (neuronas),
aumentando la velocidad de transmisión del impulso.
4. Libre de gluten
El maíz es una de las bases de las dietas para las
personas que no pueden consumir gluten. El gluten es una proteína que se encuentra en algunos cereales
como el trigo, la cebada y el centeno.
Usos del maíz en la cocina
Casi todos los hogares en el mundo consumen este producto.
De él pueden obtenerse diferentes ingredientes para preparar productos o usarse
el grano en las preparaciones.
Algunos de los elaborados que quizá conoces y usas son los
siguientes:
- Harina.
- Jarabe.
- Fécula.
- Pasta.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación
y la Agricultura (FAO) asegura que el maíz es usado como alimento
humano básico en México, toda América Latina y África Sub-Sahariana. En
estas regiones, las formas de preparación varían.
Se comen desde hervidos, el grano tostado, en sopa o
gelatina y potajes conocidos como cachapas, en granos fermentados o
como masa. Existen numerosas preparaciones a base de maíz, como la arepa,
la polenta, las palomitas, el pan de maíz, los tacos, los tamales y las
tortillas.
Contraindicaciones del maíz
Como ya sabemos los beneficios, ahora también toca
considerar que el producto tiene algunas contraindicaciones. La
principal reside en su alto contenido de almidón. El almidón está
compuesto por cadenas de glucosa, es decir, por azúcares.
Las personas con diabetes deben reducir la
ingesta de este alimento y sus derivados.
Más allá de ese cuidado puntual, no existen otras
recomendaciones de cuidado para con el alimento. Siempre que se incluya en una
dieta variada y equilibrada, será prudente que esté presente en la pauta.
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