La mayoría de las personas desconocen el mayor riesgo de enfermedad cardíaca asociada a una mala salud periodontal. Por eso, se aconseja hacer frente a factores de riesgo que son comunes y coincidentes, como el tabaquismo, el sedentarismo, el sobrepeso o la hipertensión.
Las personas con enfermedades
de las encías (y, especialmente aquellas con periodontitis) tienen
un mayor riesgo a sufrir enfermedades cardiovasculares, como
infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, subsiste un
gran desconocimiento social sobre esta vinculación tan
importante.
Así lo destacan la Federación Europea de Periodontología (EFP) y
la Federación
Mundial del Corazón World Heart Federation en la campaña Perio&Cardio,
apoyada desde España por la Sociedad
Española de Periodoncia (SEPA); recordando, además, que los pacientes
que sufren al mismo tiempo de periodontitis y enfermedades cardiovasculares
pueden tener un mayor riesgo de complicaciones sistémicas.
La mayoría de las personas desconocen el mayor riesgo de
enfermedad cardíaca asociada a una mala salud periodontal, de ahí
la necesidad de concienciar sobre este importante vínculo no
solo entre la población general, sino también entre enfermeros, dentistas,
cardiólogos y otros profesionales médicos que desempeñan un papel clave en el
manejo de los factores de riesgo de enfermedades cardíacas entre sus pacientes.
El problema aún es mayor si se tiene en cuenta las
dimensiones que adquieren estas enfermedades. La periodontitis es
la enfermedad de las encías más frecuente, alcanzando una prevalencia global
del 45-50%, donde su forma más severa afecta al 11,2% de la población
mundial, lo que la convierte en la sexta enfermedad no comunicable humana
más común. Por su parte, la enfermedad cardiovascular es
responsable de 17,9 millones de muertes al año en todo el mundo (un
tercio de todas las muertes), incluyendo 3,9 millones en Europa (45% de todas
las muertes).
Desde la Sociedad Española de Periodoncia se han
llevado a cabo en los últimos años numerosas iniciativas encaminadas a
demostrar y concienciar a la población general sobre el hecho de que “la
salud bucodental es esencial para la salud general y la calidad de vida”,
tal y como asegura Antonio Bujaldón, presidente de la SEPA.
Factores de riesgo de la salud bucal y cardiovascular
En concreto, sobre el impacto que tiene la prevención y
tratamiento de las enfermedades periodontales en el riesgo cardiovascular, el
presidente de SEPA asegura que “si cuidas la salud bucal de tus pacientes,
estás mejorando su salud general y contribuyendo a que vivan más tiempo y en
mejores condiciones”. Como consejo general, este experto recuerda que adoptar
en la consulta dental medidas tan sencillas como “tomar la
tensión e identificar a sujetos con riesgo de diabetes o
con diabetes diagnosticada puede resultar de vital importancia”.
Por eso, se aconseja evitar o hacer frente a factores de
riesgo que son comunes y coincidentes tanto en la enfermedad cardiovascular
como la enfermedad periodontal, como el tabaquismo, sedentarismo,
sobrepeso, presión
arterial elevada o dietas altas en grasas
saturadas y azúcares refinados; se trata de factores de
riesgo habitualmente asociados con el desarrollo de eventos
cardiovasculares y también con la aparición y/o agravamiento de enfermedades
de las encías. También hay un incremento del riesgo de enfermedad
periodontal y cardiovascular en los pacientes con síndrome metabólico,
que es un cuadro patológico que engloba a aquellos pacientes que padecen obesidad,
hipertensión arterial, cifras elevadas de glucemia y triglicéridos, y niveles
reducidos de colesterol HDL (el denominado colesterol bueno).
Del cardiólogo al odontólogo y viceversa
Las crecientes evidencias que relacionan las enfermedades de
las encías con las enfermedades del corazón invitan a cambiar los hábitos de
vida, así como a replantear las estrategias de prevención y tratamiento de
pacientes cardiovasculares y también en personas con enfermedad periodontal.
Esto incluye acciones específicas por parte de los profesionales de la
cardiología y de la odontología.
Desde la perspectiva de la cardiología, se recomienda
extremar el cuidado de la salud periodontal en el paciente cardiovascular e incluir
el cribado de la patología periodontal en los protocolos de atención
cardiológica. En el ámbito de la Odontología, se puede colaborar en la identificación
de personas con riesgo metabólico, así como remitirles para atención
médica especializada y aconsejarles sobre estrategias de promoción de
salud.
La actuación del dentista en la prevención cardiovascular
puede incluir, entre otras acciones, desde la ayuda frente al
tabaquismo (incorporación del consejo antitabáquico en la práctica
clínica) hasta iniciativas de identificación/evaluación del riesgo
metabólico, pudiendo considerar aspectos tales como obesidad abdominal (determinación
de los parámetros antropométricos), control tensional o la determinación de
la glucosa basal o la hemoglobina glicosilada (HbA1c).
La actuación conjunta y consensuada de cardiólogos y
odontólogos puede ser clave para mejorar la salud cardiovascular y
bucal de la población, así como para promover hábitos de vida saludable y
mejorar la calidad de vida.
Fuente: https://cuidateplus.marca.com/
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