El césped no es la única opción para tu jardín. Existe una gran variedad de plantas tapizantes que pueden cubrir el suelo, las paredes, taludes, terraplenes, vallas... ¡Dale vida a los espacios vacíos!
Cuando te aventuras a crear tu propio jardín es común que
sientas que a algunos espacios les falta algo. El césped es un clásico para
rellenarlos, pero no es la única opción. Las plantas tapizantes también
son una alternativa vivaz y sencilla para camuflar estos rincones naturales. ¡Se
ven increíbles!
Este tipo de plantas rastreras (principalmente
ornamentales) se desparramará por el área que dispongas para ellas. Con el
correr del tiempo pueden formar bellas alfombras vegetales sobre el suelo, en
diferentes relieves y colores.
En la actualidad, también son usadas para recubrir taludes,
terraplenes y vallas. Lo mejor de todo es que sirven para contrarrestar
las malas hierbas.
1. Bergenia
Lo más atractivo de esta clase de planta es que los
cuidados que amerita son mínimos y se ajusta a cualquier tipo de suelo. Entre
sus características podemos mencionar que es robusta y resistente, por lo que
creará una cubierta espesa sobre el piso.
En cuanto a su crecimiento, es muy rápido. Puede lograr
entre 30 y 60 centímetros de alto.
Una buena idea es sembrar la bergenia al pie de
un arbusto o de un árbol, pues cubrirá su base de una manera muy
elegante, gracias a sus flores blancas, rojas y rosadas y sus amplias hojas
verdes o rojas.
2. Helxina
Es conocida popularmente como soleirolia y
es una mata perenne, semirrígida. Tiene hojas persistentes muy
pequeñas, brillantes y redondas, por lo que su apariencia es similar
al musgo.
Produce flores rosas y blancas durante dos meses del año,
desde junio hasta agosto (o desde diciembre hasta febrero en los países
pertenecientes al hemisferio sur). Tiende a crecer, como máximo, 15
centímetros.
En lo que refiere a sus exigencias, la helxina
demanda sombra. Por esta razón, es válido utilizarla para tapizar los pies
de las plantas de grandes dimensiones.
3. Pulmonaria
Cabe destacar que la pulmonaria es una de las favoritas por
ser aromática. Asimismo, es fácil de mantener y muy resistente.
A la mayoría le agrada su follaje moteado, que engrana
a la perfección con sus llamativas flores dispuestas en forma de embudo. A
propósito, la pulmonaria florece desde marzo hasta mayo en algunas regiones; en
otras (el sur) lo hace desde septiembre hasta noviembre. Suele desarrollarse,
como máximo, hasta 30 centímetros de largo y 60 de ancho.
Los expertos en jardinería aseguran que esta planta se
adapta a la sombra y a la exposición al sol, es decir, puedes colocarla
prácticamente en cualquier lugar. Eso sí, asegúrate de no pasar por alto un
requisito importante: la humedad del suelo.
4. Cotoneaster
Si escoges la cotoneaster estarás frente a
una planta que exige poco y que cuenta con una gran diversidad de
presentaciones: rastrera, erguida o arbustiva. Se extiende en la
superficie y sus raíces tienen más de dos metros de profundidad.
Se caracterizan por sus hojas verdes en tono oscuro y
ovaladas; mientras que las flores de 5 pétalos se encuentran en matices rosas o
blancos. Genera pequeñas bayas naranjas o rojas.
Las variedades más cautivadoras son Cotoneaster
dammeri (tapizante) y Cotoneaster microphylla (rastrera). Ambas
lucen un follaje duradero y se mantienen bien bajo la sombra. La primera apenas
alcanza los 20 centímetros de altura, pero la segunda puede extenderse hasta
los 50 centímetros.
5. Paquisandra
En este listado no podía faltar la Pachysandra,
que muestra un follaje verde oscuro y en su floración produce unas flores
blancas pequeñas. ¿Qué debes conocer sobre ella? En primer lugar, si hablamos
del suelo, no es para nada exigente.
Segundo, es preferible mantenerla en la sombra.
Pese a que tarda en desarrollarse por completo unos dos o tres años, llega
hasta los 15 o 20 centímetros.
6. Consuelda media
También llamada búgula rastrera o, en el
mundo científico, Ajuga reptans. Te encantará por sus
espigas de flores blancas, rosas o azules que destacarán en todo tu
jardín.
Su follaje guarda forma de roseta púrpura o verde. Se trata
de una maravillosa cubierta de suelo, más compatible con la sombra. Puede rozar
los 20 centímetros de longitud y hasta 1 metro de ancho.
7. Rosal cubresuelos, una de las plantas
tapizantes por excelencia
Esta es una de las plantas más populares, predilecta por la
mayoría. Lo cierto es que puede adoptar una infinidad de formas distintas:
- Arbustiva
(la más común).
- Rastrera.
- Trepadora.
Da vida a flores típicas de la familia rosácea,
compuestas por cinco pétalos. Sus hojas son pequeñas, verdes y abundantes.
A propósito, puedes sembrar el rosal cubresuelos en zonas
complicadas de acceder, donde se propagará en grupos y su cuidado no será un
dolor de cabeza. Uno de los puntos de interés es que este rosal sirve para
proteger a los insectos y animales útiles para tu cultivo sin dejar a un lado
el toque de elegancia. ¡Tendrás el jardín más refinado!
7. Rosal cubresuelos, una de las plantas
tapizantes por excelencia
Esta es una de las plantas más populares, predilecta por la
mayoría. Lo cierto es que puede adoptar una infinidad de formas distintas:
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