Por: Elena Sanz
Si sufres disfunciones sexuales, insatisfacción o bloqueos en tus relaciones, el autoconocimiento sexual puede ser la clave que te ayude a recuperar el disfrute. Te contamos cómo aplicarlo.
La sexualidad no es una mera función biológica
y reproductiva, sino que está también muy ligada a la
psicología y a la esfera social del ser humano. Esta es una parte importante de
quienes somos; una que debemos cuidar si deseamos vivir en plenitud. Por ello,
más allá de las prácticas sexuales, es necesario llevar a cabo un proceso de
reflexión e introspección que nos permita descubrirnos en este aspecto: es el
autoconocimiento sexual.
Con frecuencia, nos sumergimos en la sexualidad guiados por
la inercia, por lo que creemos que debe ser y desconectados de nuestras reales
preferencias y sensaciones. Esto puede derivar en disfunciones sexuales,
insatisfacción personal y de pareja, e incluso en conductas de riesgo. A fin de
que esto no ocurra, te proponemos algunas claves de autodescubrimiento.
¿Qué es el autoconocimiento sexual?
Este término hace referencia a todo lo que sabemos (o
deberíamos saber) sobre nosotros mismos con respecto a nuestra
sexualidad. Cómo somos en este ámbito, qué necesitamos, qué nos gusta,
cuáles son nuestras preferencias y ritmos, qué pensamos y sentimos al respecto,
cómo nos desenvolvemos y qué podríamos hacer para vivir una sexualidad más
plena.
Estas son cuestiones para las que muchas personas
no tienen respuesta porque simplemente nunca se las han planteado. Y es que
nadie nos enseña lo relevante de vivir la sexualidad con consciencia, de
conocernos y respetarnos y ver más allá de la mera genitalidad o el simple acto
sexual.
Hay varios puntos valiosos que deberíamos abordar respecto
al autoconocimiento sexual. A continuación, hablamos sobre algunos de ellos.
Explora tu anatomía
Un paso fundamental consiste en conocer a
profundidad el cuerpo, sus partes y las funciones de cada una de ellas. Aunque
no lo parezca, hay muchas personas que no saben lo suficiente sobre su
anatomía. Esto puede comprometer su disfrute.
Mirarse en el espejo, autoexplorarse o educarse con
información de fuentes fiables es muy necesario. Además, hay pequeños gestos y
rutinas que nos ayudan a aumentar la consciencia corporal, a conectar y a
sentirnos más confiados en nuestra piel. Por ejemplo, los masajes, los estiramientos o el baile.
Descubre tus sensaciones
Al hablar de sexualidad tendemos a centrarnos en exceso en
los genitales. Obviamos que múltiples zonas del cuerpo son
erógenas y susceptibles de despertar el deseo y proporcionar placer.
Para saber cuáles son esos puntos en ti, es necesario que
te permitas explorar y sentir, tanto a solas como en pareja. Las caricias, los
besos o los juguetes eróticos pueden ayudar en esta tarea.
¿Qué piensas sobre tu cuerpo?
Como decíamos, la sexualidad no es puramente física.
Nuestros pensamientos al respecto juegan un papel importante.
Se ha visto que la autoimagen (la forma en que
percibimos nuestro cuerpo y cómo valoramos nuestra apariencia) tiene un gran
efecto en la capacidad de disfrutar de la sexualidad. Una mala
autoimagen puede hacernos sentir cohibidos y acomplejados, llevándonos a
restringir o limitar los encuentros sexuales o a hacer que los vivamos con
vergüenza y pudor.
Por esto es importante trabajar al respecto. Dejar de
juzgarnos y criticar nuestra apariencia, aprender a amar el cuerpo aun con sus
imperfecciones y agradecerle por permitirnos sentir y disfrutar es muy
beneficioso.
¿Qué sabes sobre la sexualidad?
El autoconocimiento sexual también implica una reflexión
sobre la información que tenemos respecto al sexo. En ocasiones, esta
información está sesgada, es insuficiente o está repleta de tabúes que nos
limitan.
En este aspecto, hay varios puntos que abordar y son los
siguientes:
- La
educación sexual y algunos de sus conceptos básicos, como
el consentimiento, la protección contra enfermedades de transmisión sexual y la prevención
del embarazo.
- La
idea del coitocentrismo, tan presente en nuestra sociedad,
que coloca la penetración en el centro de la ecuación y relega
otras prácticas sexuales tan necesarias como placenteras.
- Los
mitos y tabúes respecto a diferentes prácticas, juegos
y preferencias. Es fundamental recordar que cualquier actividad
consensuada, que genere disfrute y no cause ningún daño, es lícita.
- Entender
la importancia de la comunicación y la asertividad sexual para
lograr el disfrute de los involucrados en el encuentro.
- En
definitiva, desterrar el miedo y la vergüenza a comunicarse,
pedir, sentir, poner límites o atreverse con nuevas propuestas.
Identifica tus preferencias
Un último paso esencial consiste en identificar cuáles son
tus preferencias. Esto es, qué cosas te excitan, te producen placer y se
sienten bien para ti; cuáles son tus límites, tus necesidades y tus ritmos.
En este punto no nos referimos solo a saber cuáles son tus
zonas erógenas, tus posiciones favoritas o la forma en que te gusta ser
estimulado. También es importante abordar el área social y afectiva.
Por ejemplo, hay personas que se sienten cómodas teniendo
relaciones casuales sin compromiso; hay otras para quienes esto supone una
incomodidad e incluso un daño emocional. Respetar tus necesidades a este
respecto es muy necesario para no forzarte a hacer algo que no desees, solo por
presión social
Igualmente, la frecuencia con que deseas tener relaciones
sexuales también es un punto a explorar. Las preferencias de cada persona son
diferentes y todas son lícitas; no hay un número de encuentros sexuales
correctos y determinados.
Trata de conectar con tus necesidades y sensaciones e
identifica qué es lo que tú deseas.
El autoconocimiento sexual nos libera y nos
permite disfrutar plenamente
En suma, si estás experimentando algún tipo de dificultad
o insatisfacción respecto a tu sexualidad, resultará muy
positivo que inicies un camino de autoconocimiento sexual. Apaga el piloto
automático y comienza a conocerte, a cuestionarte y a conectar con tu cuerpo,
tus deseos y preferencias.
De este modo, te sentirás mucho más cómodo y confiado.
Estarás en disposición de comunicarte mejor con tus parejas sexuales.
Fuente:
https://mejorconsalud.as.com/
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