Las infecciones víricas son la causa más frecuente de los ataques de tos. A pesar de que se trata de un mecanismo de defensa, pueden llegar a ser muy molestos. Por ello, siempre viene bien recordar qué remedios sirven para aliviar este síntoma.
Alicia Cruz Acal
De los innumerables sonidos que trae el frío, la tos es sin duda uno de ellos. Las infecciones víricas son responsables en la mayoría de los casos de este síntoma que, aunque muchas veces molesto, es en realidad una defensa de nuestro cuerpo. “Es un reflejo fisiológico de mecanismo muy complejo, ya que en menos de un segundo intervienen diferentes estructuras de nuestro cuerpo, con una sincronización casi perfecta”, define Karlos Naberan, médico de familia y miembro del Grupo de Trabajo de Enfermedades Respiratorias de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc).
Pero, ¿cómo funciona exactamente este
proceso? El especialista detalla que en el momento en el que un cuerpo
extraño (ya sea sólido, líquido o gaseoso) o nuestro cuerpo crea sustancias
propias, como una flema o esputo, se pone en marcha el reflejo de la tos. “En
la laringe, faringe, esófago y vías aéreas existen unos receptores que
se activan por la presión de los mismos o por la excitación química. Estos
receptores envían una señal a través del nervio vago al centro de la tos en el
tronco encefálico. De ahí, pasa a la corteza cerebral, que da orden a
diferentes músculos para que se contraigan”, explica Naberan, quien añade
que, al contraerse el diafragma, “el pulmón expulsa rápidamente el aire y
arrastra toda sustancia no deseada situada en la vía aérea”.
La vía aérea debe de estar libre de obstáculos para que
pueda pasar el máximo caudal de aire. Por ello, la tos es un fenómeno vital y
que “existe desde el primer momento en que tomamos la primera bocanada de aire
al nacer”, indica el miembro de la Semfyc. A pesar de que la gran mayoría de
las veces este fenómeno es un gran aliado para nuestra salud, “a veces llega
a ser tan pesado que hay que tratarlo porque puede llegar a dañarnos”,
advierte Manuel
Niño Camacho, miembro del Grupo de Patología Respiratoria de la
Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Causas más comunes de los ataques de tos
Las infecciones víricas y la tosferina son las responsables
más frecuentes de estos ataques, que presentan las siguientes
características: cinco o más golpes de tos en la misma espiración,
seguidos de una inspiración similar a un silbido. “No se sabe bien el
motivo de esta tos tan típica, pero seguramente juega un papel importante la
forma de afectar la exotoxina (proteína liberada extracelularmente por una
bacteria) a los receptores de la tos”, señala Naberan.
Asimismo, como ya se ha mencionado, la exposición a
determinados elementos, como el humo del tabaco,
el polvo o la contaminación en las grandes ciudades, también pueden ser
causantes de este tipo de tos. Niño comenta que a veces este reflejo no tiene
nada que ver con las vías respiratorias, pues es posible que
irritaciones en el oído lo causen igualmente. Las alergias y
enfermedades pulmonares también se acompañan de este síntoma.
¿Por qué los ataques de tos son más frecuentes
por la noche?
Es frecuente que percibamos que estos ataques de tos se
produzcan de manera más recurrente por la noche. Como expone Naberan, “de día,
con la actividad o concentración en lo que estamos haciendo, la tos pasa más
desapercibida. De noche, con el silencio, el cansancio de todo el día y cuando
nuestro único objetivo es dormir, cualquier cambio de nuestro entorno resulta
más molesto”.
Así, la tos es de los signos que más interfiere en
nuestro descanso,
tanto en el de la persona que la sufre como en el de su acompañante, “ya que requiere
de una acción muscular muy activa, sin contar los problemas asociados al
mismo: dolor
de cabeza y costillas, picazón en la garganta, mareo o pérdida
ocasional de orina”.
Por otro lado, el experto agrega que al estirarnos en la
cama, la mucosidad nasal puede pasar fácilmente por la parte posterior
y acabar en la faringe y la laringe, irritando más los receptores de la
tos. Además, “la secreción bronquial suele acumularse más en las vías aéreas,
produciendo más tos”, expresa.
Remedios caseros para calmar los ataques de tos
El tratamiento para la tos dependerá del tipo y de la
causa. Los expertos consultados por CuídatePlus coinciden en
que lo primero que hay que aconsejar a todos aquellos que sufren tos nocturna,
ya sea de un catarro o de una gripe,
es dormir recostado sobre un lado o ligeramente incorporado. “Una
posición de 45 grados servirá para que nuestra tos sea más efectiva y para
evacuar las flemas nasales por la parte anterior de la nariz”, afirma Naberan.
Otros consejos que los especialistas aportan son los
siguientes:
- Beber
infusiones calientes que mejoren la inflamación. En concreto, Niño
recomienda aquellas con cebolla y miel o la manzanilla. Además
de infusiones, el zumo de limón con miel también puede aliviar
estos ataques de tos.
- Realizar
vahos de agua para la expulsión de flemas y el
reflejo de la tos.
- Tomar
caramelos o dar pequeños tragos de agua que hidraten la garganta y
ayuden a evitar esa irritación, así como a humedecer las membranas.
- Mantener
la habitación
limpia y a una temperatura adecuada. Los humidificadores
vienen muy bien en estos casos.
- Realizar
lavados nasales para evitar la acumulación de secreciones.
- Hacer
gárgaras con bicarbonato o con agua y sal para humedecer la garganta.
Por otra parte, el miembro de la SEMG declara que el
mentol y el eucalipto pueden ser buenos expectorantes, pues ayudan a
disminuir la mucosidad; así como un jarabe que contiene hedera elix,
“una hiedra que fluidifica el moco y que, además, tiene un efecto broncodilatador”,
asegura. Es necesario advertir, no obstante, que estas técnicas no son métodos
curativos, sino consejos para sobrellevar los síntomas.
¿Qué medicamentos pueden servir para la tos?
A pesar de que dependiendo de la causa se administra un
tratamiento u otro, el médico sí valora el tipo de tos, ya sea seca o
productiva. Naberan aclara que mientras que la primera es aquella que “no
transporta o desaloja ninguna flema”, la segunda “se asocia a la expulsión de
esputos o mucosidades de la vía aérea”.
Para la tos productiva, los mucolíticos facilitan
la evacuación de las flemas, aunque reconoce que su acción es limitada. El
experto detalla que “existen varios principios activos para la tos que pueden
estar combinados entre sí o con otros grupos farmacológicos, como los
antihistamínicos o mucolíticos. Su indicación es en tos seca, sobre todo de
origen vírica, como el típico catarro nasofaríngeo o gripal; nunca en otras
patologías que pueden dar tos seca como el asma o
la fibrosis
pulmonar”.
Sobre la eficiencia de los antitusígenos, Naberan declara
que es limitada, “ya que el estímulo de la tos es tan intenso, como es el caso
de la inflamación faringolaríngea, que estos fármacos no pueden impedir
la inhibición total e, incluso, parcial del reflejo de la tos”.
¿En qué momento debemos acudir al médico?
Si un paciente presenta, además de tos, fiebre alta, dolor
en punta de costado, ahogo o escupe sangre, tendrá que acudir a un centro
sanitario. “Los enfermos crónicos de EPOC,
bronquiectasias, fumadores activos, además de personas con problemas
cardiovasculares, tuberculosis o cáncer
de pulmón deben acudir al médico”, advierte el miembro de
Semfyc.
Por otra parte, Niño indica que algunos
medicamentos también producen este síntoma, por lo que “si vemos que se
cronifica mucho tiempo y estamos tomando algunos fármacos para la hipertensión,
debemos consultar con el médico para que nos eche un vistazo y valore si los
mismos nos están produciendo este signo”.
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