La experiencia Trinitaria de 1844 encabezada por Duarte, está ahí. Duarte y el grupo de los Trinitarios encuentran, ven un pueblo totalmente desorganizado, sin norte, sin dirección y peor aún, un pueblo sometido por el yugo haitiano. Y del contacto con esa realidad es que surge la idea de que algo tenían que hacer; surge de allí la idea de "organizar al pueblo" y una vez organizado el pueblo surge la otra idea, la idea de la independencia nacional.
Lo mismo es lo que tenemos que hacer en los momentos actuales: "organizar al pueblo", pues en los momentos actuales el pueblo dominicano está totalmente desorganizado, no tiene norte, no tiene dirección y lo que prima es el interés particular, sacar lo mío sin importar la situación de los demás, nos han llevado a una situación tal que se han perdido los valores y da lo mismo una cosa que otra. Lo peor del caso es que los peores son los que recibieron la responsabilidad de conducir y hacer un proceso diferente, ellos se convirtieron en más de lo mismo.
El pueblo no tiene conductores de proceso; lo que tiene son negociantes de proceso y de esa manera cada uno lo que hace es buscar lo que más le conviene.
Nadie cree en nadie. Retamos a que nos señalen, nos presenten una institución en el País que tenga credibilidad o peor aun una institución que no esté podrida. El país pasa, experimenta unos niveles de podredumbre que eso no tiene nombre. Todo se ha podrido, todo se compra y se vende. Todo tiene precio.
El poder, o los poderes, más que estar al servicio del pueblo, lo que hacen, los que sustentan, es servirse con la cuchara grande y de estar al servicio del pueblo en los momentos actuales es puro sueño, pura quimera, puras palabras huecas, que no se las creen ni ellos mismos.
En La Vega un diputado de los electos en el último proceso dijo:"Yo di lo que iba a dar en campaña, por lo tanto a mi oficina nadie tiene que venir a buscar nada, pues yo di lo que iba a dar".
Organizar al pueblo es la clave, donde el poder se le devuelva al pueblo, donde el pueblo sea protagonista de sus acciones, donde las decisiones no se tomen arriba sino en la base, donde los lideres más que negociantes , sean servidores del pueblo, donde las juntas de vecinos no estén al servicio de los político sino del pueblo, donde la educación sea, una educación popular, donde los medios de comunicación estén al servicio del pueblo no de un grupito, que dicen solo lo que le conviene a ellos, donde el comer no sea un privilegio, sino un derecho, donde la ley no se le aplique solo a los de abajo, sino a todos por igual, donde los partidos políticos no sean centros de negocio, sino lugares de formación para el pueblo, donde haya una mejor repartición de los bienes.
Organizar al pueblo es la clave, pues el pueblo está como oveja sin Pastor.
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