Al referirnos a la libido en crisis, hablamos de disminución del deseo sexual, también llamado DSH (deseo sexual hipoactivo), deseo sexual inhibido, anafrodisia, inapetencia sexual o anorexia sexual.
Cuando el deseo sexual se inhibe específicamente hacia la pareja estamos en presencia del deseo sexual hipoactivo deódico.
Este trastorno puede ser el principal o asociarse a otras disfunciones sexuales, y pasar a ser consecuencia del malestar emocional que estas producen a la persona y a la pareja.
En muchas parejas, este bajo interés sexual es una fuente de conflicto que lleva al distanciamiento emocional en la relación, pues la persona que no padece el trastorno se siente rechazada, se frustra y resiente.
La disminución del deseo sexual en un miembro de la pareja podría reflejarse en un aumento de la necesidad sexual del otro y provocar desacuerdos.
Algunas de las causas que pueden llevar a este trastorno son: las presiones y exigencias irreales que hacemos a la pareja, sentimientos negativos hacia el otro, falta de confianza en la relación, rigidez excesiva en las prácticas sexuales, incapacidad para transmitir deseos y sentimientos, temor a las reacciones del compañero, lucha de poder, las decepciones referentes al no cumplimiento de lo que esperaba del otro, sentimientos de culpa.
Para prevenir esta situación, las parejas deben reservar tiempo para conversar e intimar en relación a sus sentimientos, deseos, necesidades y expectativas no sexuales y comunicarse abiertamente sobre la intimidad sexual, aprender a resolver conflictos y asesorarse con personas calificadas.
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