El estrés es una respuesta normal, fisiológica, psicológica y conductual de adaptación que tienen las personas ante situaciones que se presentan, a condiciones que perturban el equilibrio emocional de cada individuo, sin importar sexo, edad o raza.
En esta participan casi todos los órganos y funciones del cuerpo, entre ellos el cerebro, los nervios, el flujo de sangre, las hormonas, la función muscular, cardiaca, digestiva y la función sexual.
En una situación de estrés, aparece un instinto del cuerpo de protegerse a si mismo, buscando adaptarse a presiones internas o externas.
Para lograr esto, en el cuerpo se producen reacciones de los órganos, sistemas, mente y hasta de los sentidos, preparando al organismo para responder oportunamente a situaciones inesperadas y no previstas.
Debemos estar conscientes que existen etapas de la vida que por si solas provocan estados de estrés y que tienen relación directa con la sexualidad.
Se produce este por cambios hormonales, que se relacionan directamente con ciertos comportamientos sexuales que también producen estrés por ellos mismos.
Ejemplo la adolescencia, embarazo, parto, climaterio y menopausia.
En la pubertad y adolescencia se producen cambios físicos y psicológicos, los órganos sexuales se activan y las hormonas aumentan su secreción, lo cual produce gran estrés.
En las mujeres se produce estrés antes de la menstruación por la disminución abrupta de hormonas femeninas, lo que es parte del síndrome premenstrual, después del parto y durante el climaterio y menopausia con la disminución de los niveles de estrógenos.
En el hombre, durante la adolescencia, con la activación y aumento de las hormonas masculinas y en el climaterio masculino con su disminución
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