Hace varios meses que denuncié “los hoyos de las alcantarillas”
sin tapa, por toda la ciudad pero, sin ninguna respuesta positiva y alentadora.
Como algo que se quedó en el vacío, hoy podemos ver que la irresponsabilidad de las autoridades municipales en la República Dominicana cobra vida y denigra la dignidad de las personas de
a pie.
Ya no voy a preguntar quienes lo hacen, quienes son los cómplices,
o si las autoridades que están para velar por la sociedad, para proteger a los niños y niñas indefensos y dar protección a todo
peatón son cómplices de semejante atropello, permitiendo a
diestras y siniestras el robo incalculable de estas tapas de metal, tampoco voy a preguntar quienes
las venden o quienes la compran, donde son fundidas pero, tampoco voy a preguntar por cuál de los puertos salen del país.
Es posible que la niña que perdió la vida al caer en una de las alcantarillas sin tapas que por un grupo
que violado de la ley también hacen un daño irreparable a sus semejantes, sea solo una víctima de las tantas que se han caído sin poder salir y sin alguien que les ayude, creo que es tiempo de meditar
sobre las consecuencias de esta mala práctica que lleva varios años en curso y que tiene todas las alcantarilla de la ciudad capital al descubierto, convertido en una amenaza para todos incluso las vías públicas en algunos lugares de tránsito.
Yo pregunto, hasta cuando seguirá esta mala práctica sin que los alcaldes se preocupen por asumir
su responsabilidad?
A veces pienso que la mayoría de los ciudadanos ha perdido el sentido común, el deseo de reclamar
por lo que es justo, por lo que les pertenece, es como sí, a nadie le importa y es tiempo de despertar
del sueño permanente en el cual se encuentra la sociedad dominicana, siempre hay algo que se
puede hacer ya que las autoridades muchas veces dejan sus propuestas en el vacío y sus palabras
al viento sin voluntad política para mejorar sus servicios y velar por el espacio común.
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