LAS vacaciones estivales evocan, en la mente de muchos, imágenes de sol, playa, hoteles con buffet libre y fiestas nocturnas, pero en los últimos años nuevos conceptos de viaje han revolucionado el ideal del turismo veraniego, con escapadas fotográficas, astronómicas o retiros relajantes.
Ello es debido a que el sector turístico intenta combatir la crisis mediante la especialización de sus programas y cada vez es más frecuente ofrecer a los turistas viajes distintos, temáticos y responsables.
Desde hace cuatro años, la agencia Viaja con tu hijo ofrece paquetes vacacionales especialmente dirigidos para familias monoparentales, con actividades para los niños.
Ernesto Daubar, director de esta empresa, explica que el propósito es que los niños y los adultos puedan compartir su viaje con un grupo de personas similar y ampliar así su círculo de amistades.
"En ocasiones, las familias monoparentales tienen más molestias para viajar y se encuentran con que en agosto comparten hotel con muchas familias tradicionales, y no terminan de disfrutar plenamente de las vacaciones porque no logran compartir la experiencia", asegura Daubar. En su opinión, "lo mejor para un niño es otro niño, que disfruten de otro compañero para bañarse en la piscina, tirarse en tirolina o realizar otras actividades".
Viajar con tu hijo propone, en este sentido, aliviar las molestias que puedan surgir para los padres y madres que viajen solos, organizando trayectos en coche compartidos y ofreciéndoles sesiones de hidromasaje mientras los niños hacen una excursión. Entre sus destinos más demandados se encuentra Laponia (Finlandia), donde los niños "pueden conocer a Papá Noel" y las familias se alojan en cabañas en el Círculo Polar Ártico.
Según Daubar, cuando un padre y su hijo se hospedan en un hotel, lo habitual es pagar como si fueran dos adultos, lo que encarece mucho el viaje. Por ello, desde esta empresa tratan de negociar con los establecimientos hoteleros una tarifa monoparental para que adulto y niño no tengan que pagar una habitación doble. Estos viajeros son, mayoritariamente, padres y madres a partir de la treintena y con un nivel económico medio y medio-alto.
TURISMO INDÍGENA Las estancias en comunidades indígenas han surgido al calor de la popularización del ecoturismo y de las propuestas de viaje responsable. Consisten en conocer el hábitat y la cultura de comunidades como los huaorani en la selva amazónica, los inuit en Canadá o las tribus himba en Namibia. El director de turismo responsable de la agencia independiente Viajes Responsables detalla que esta propuesta aún está "arrancando" en el Estado y que la demanda aún es pequeña debido, fundamentalmente, a la crisis y al elevado precio de los vuelos.
Dependiendo de la comunidad elegida y del interés que muestren los turistas, existen distintos niveles de contacto con la población indígena; por ejemplo, en Bolivia los viajeros pasan hasta cinco noches con la comunidad Challa en la Isla del Sol, con la que comen, duermen y van de caza. "En este viaje, el turista vive en las mismas condiciones que los indígenas, pero también depende de los participantes del programa, ya que algunos piden más implicación que otros", señala Tuduri. Otras estancias ofrecen condiciones más confortables, como los huaorani en Ecuador, en los que el viajero realiza una serie de recorridos interpretativos sobre su forma de vida y se aloja en cabañas acondicionadas con varias habitaciones.
Según Tuduri, el perfil de estos visitantes son personas jóvenes, entre 20 y 40 años, que viajan en solitario o con su pareja, y con un interés auténtico por conocer nuevas culturas, por lo que una vez llegan a su destino se les ofrece una explicación sobre la cultura local y su entorno, sobre todo en espacios "muy frágiles" como el Amazonas.
CONTEMPLACIÓN ASTRONÓMICA Este tipo de recorridos ofrecen la posibilidad de contemplar un suceso astronómico de primera magnitud como un eclipse en Isla de Pascua o Mongolia, pero también observar la bóveda celeste desde el desierto del Sáhara o las auroras boreales desde Groenlandia. El director de Tuareg Viajes, Jordi Vendrell, afirma que estos programas comenzaron a ponerse de moda en el Estado hace cinco años e incluyen conferencias y explicaciones a cargo de un astrónomo profesional, que complementa las sesiones de observación.
0 Comentarios