Por Brenda Aracena Rodríguez
Desde un pequeño rincón podemos hacer grandes obras por un pueblo que de verdad lo necesita, lógico impregnadas de un sentido positivo, sin miedo a los abismos e imponiéndose a las adversidades, esta realidad fue vivida en la provincia Valverde y el país, donde un joven desafió a quien una vez dijo no se podía y fue paso a paso buscando soluciones a lo que se creía imposible.
José Alberto Blanco Torres, un liderazgo que se impuso, desde su gestión como Vice Ministro de la juventud, en representación de nuestra provincia Valverde y dejando relucir algunos rayos de luz de esa labor hacia otras partes del país. Desde atreverse a abrirle paso a 5 jóvenes de nuestro Valverde amado, en el Maratón de lectura 365 horas continuas lo que los llevo a estar en el libro del record Guiness a nivel mundial, al tiempo cabe destacar el amor a la naturaleza que cada año un grupo de jóvenes demostraba diciendo presente en la caminata ecológica, en senderos reverdecidos que nos invitaban a ayudar el planeta en su lucha por subsistir, y lo más importante ese esfuerzo constante por estar presente siempre que se le necesite para brindar una mano amiga.
Muchos le tomamos como un amigo, hermano y consejero en estos caminos de la juventud cuando se juntan a pelear las ideas en nuestras mentes y no sabemos cual es la prioritaria, cuatro años parecieron un suspiro y aún hay líder para el rato, como joven me siento comprometida en dar mis agradecimientos por los escenarios en los que tanto yo como mis iguales, pudieron hacer demostración de talentos, habilidades, y mostrar sus inquietudes ante la sociedad, claro siempre contando con el incondicional apoyo de quien he denominado el incansable José Alberto.
Gracias líder, sabemos que aunque ya no esté en la misma posición siempre su espíritu joven desde donde nos represente, luchará para que la juventud Dominicana escale cada vez más alto teniendo como único límite el cielo. Sus hechos hablaran aún cuando usted decida quedar en silencio.
Desde su escenario se hizo lo que se pudo y un poco más, la sábana se estiró hasta donde pudiera quitar bien el frío, es por eso que cabe decir esa frase que se hizo popular en la juventud mientras usted nos guiaba, ¨ Misión Cumplida ¨.
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