Por HERNANI AQUINO
El autor es abogado. Reside en Santo Domingo
|
Debo confesar que como autor de este artículo, he recibido las motivaciones propias de la época, para mejorar mi figura física, a través de las dietas, ejercicios, triatlones, maratones, rallys y un número importante de actividades con la que se cuenta actualmente, para mejorar y mantener la figura y la salud física.
He palpado como muchos ciudadanos de distintas edades, géneros y estratos sociales, centran prácticamente su rutina de vida, alrededor de mantenerse en forma y modelar cada día, sus atributos físicos.
Ahora bien, dicha tendencia está directamente relacionada a una salud física que todos anhelamos, en contra posición con la notable negligencia a fortaleces nuestra salud emocional, que deberíamos igualmente, buscar, patrocinar, tener y brindar a todos los que nos rodean.
Se puede hacer cada día, más minutos de Cardio; pero estamos seguros que hay espacio para dar más minutos de sonrisas. Tenemos la fuerza necesaria para hacer más minutos de elíptica, pero siempre habrá tiempo para mostrar más minutos de educación. Podemos bailar horas de Zumba, pero siempre hay una oportunidad para brindarles calor y alegría a nuestros seres queridos.
Comprendemos que es muy beneficioso para nuestro cuerpo, mantener la salud física en óptimas condiciones y llevar una vida equilibrada; pero ojo, de nada nos servirá dicha conquista, si nuestra salud emocional, está en completo desorden y desequilibrio, y cada día hacemos caso omiso al ejercicio más sencillo, de vivir en sociedad.
0 Comentarios