Por HECMILIO GALVAN
Culpar al cuchillo de la herida puede ser más fácil, pero implica redimir de culpas al cortador y con eso romper la cadena de responsabilidad.
Culpar al Tribunal Constitucional del disparate de Sentencia sobre la Nacionalidad, es no entender que la Justicia Dominicana es un simple y prostituido instrumento del poder político conservador dominicano que alcanzó su clímax durante el Pacto de las Corbatas Azules, que degeneró en la Constitución del 2010 y finalmente en la conformación de las llamadas Altas Cortes, espurias, secuestradas e instrumentalizadas para los más oscuros intereses.
Leonel y Miguel, a la sazón dueños del PLD y del PRD y hoy sus secuestrarios, pactaron un conjunto de contrarreformas conservadoras como fueron la prohibición del aborto terapéutico, la negación del derecho de la nacionalidad, la legitimación del robo de las playas y el patrimonio público y el reinado absoluto de la impunidad.
También entregaron el país a la Barrick Gold, Unigold, GoldCorp, Xtrata Nickel y regalaron la Zona Colonial, junto el Puerto, el Club, la Base y la Escuela Naval a la Familia Vicini, en la estafa más grande toda la historia.
También regalaron (disque vendieron) millones de tareas de tierras del CEA a diferentes familias y grupos corporativos, concesionaron y entregaron puertos, Aeropuertos, peajes, carreteras; quisieron regalar Antena Latina, mientras que se pusieron de acuerdo para financiar al desgobierno con la deuda externa más alta de toda la historia.
Pero todas esas contrarreformas y estafas y hasta el mismo poder leonino, solo podían consolidarlos con unas Cortes conformadas por lacayos y serviles, dando como resultado un una piñata de jueces leales.
Eso lo sabemos hace tiempo, lo que me hace sospechoso que surja la "rasgadera" de vestiduras, en un caso que era crónica de una muerte anunciada.
No podía una corte emanada del Pacto de las Corbatas Azules y de esa Constitución, generar otra cosa. Lo que comienza mal, no puede terminar bien
Acusar a los lacayos, es evadir a los verdaderos y únicos culpables de todo este tinglado perverso que secuestra la Justicia, la institucionalidad y la democracia dominicana.
Afortunadamente ambos ya perdieron el liderazgo entre sus partidos, Leonel conserva un 17% en el PLD, mientras que Miguel no sobrepasa el 11%.
El predominio de la alianza conservadora Leonel-Miguel (aunque ya Miguel está muy subordinado) se ha debilitado electoralmente, pero su tinglado institucional-legal está intacto y estas Sentencias, como las del TSE y las de Funglode, serán sus resultados, hasta que no desmontemos el Secuestro de las Altas Cortes y de la democracia dominicana.
Manos a las piedras.
EL AUTOR es economista. Reside en Santo Domingo.
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