Los espejos tienen una superficie
de 17 metros
cuadrados cada uno y están colocados en una montaña a 400 metros de altura con
respecto del centro de la localidad
Rjukan, en el sur del país, se encuentra situada en un profundo
valle y durante los seis meses de invierno las montañas de los alrededores
generan sombra, incluso al mediodía.
La idea de utilizar espejos se planteó por primera vez hace 100
años, pero no fue sino hasta 2003 que la tecnología necesaria estuvo
disponible.
La localidad, de 3.500 habitantes, organizó una gran fiesta para
dar la bienvenida al sol y los escolares recibieron lentes de sol para que la
inesperada luz no dañe sus ojos.
Los espejos tienen una superficie de 17 metros cuadrados
cada uno y están colocados en una montaña a 400 metros de altura con
respecto del centro de la localidad.
Se espera que iluminen un área de 600 metros cuadrados
en el centro de Rjukan.
El proyecto tuvo un costo de US$850.000.
Rjukan se encuentra a 175 kilómetros al
oeste de la capital, Oslo.
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