Terminada la repartidera de
canastas, fundas y juguetes, que los políticos han regalado con nuestros
impuestos... vuelven a su politiqueo.
En
momentos tan difíciles para el país como los actuales (en lo económico, social
y en política internacional), el discurso de los líderes de cada partido es
abrumadoramente insustancial. No les cabe ni un cliché más. Están inmersos en
sus conflictos internos los peledeístas, los perredeístas y lo que queda de los
reformistas. Nada es más importante que quién gana en el Comité Central o
Político el PLD, quién se queda con el PRD o qué hacen con el PRSC.
En
la vida real, los problemas son reales, y mientras los encargados de
solucionarlos o aliviarlos busquen conveniencias políticas y no soluciones
verdaderas, los problemas se agrandarán.
En
plena crisis con Haití y con los organismos internacionales en contra..., el
Canciller está recuperándose en La
Romana , pero no se puede sustituir, porque el PRSC tiene que
sobrevivir... porque le conviene al PLD. Y sin Cancillería... ¿qué queda del
PRSC?
Así
hay funcionarios en campaña personal que no se pueden tocar por los pactos
internos del partido morado. Hay una crisis de basura, pero no se puede
solucionar, porque la agenda personal de los alcalde va primero. Etc...
Hay
momentos en que los intereses nacionales no pueden -literalmente- esperar a que
se resuelvan las urgencias particulares de los políticos. (Vivimos uno de
esos.)
IAizpun@diariolibre.com
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