1. Hay personas que
pueden tener orgasmos con un beso
¿Creías que eras muy bueno besando? Bueno,
todos estamos de acuerdo con que un buen beso nos puede quitar el aliento, y,
como vimos, provocarnos toda clase de cosas, pero ¿un orgasmo? Sí, también, un beso puede provocar un orgasmo: sin ningún
tipo de estimulación o contacto genital. Esto es posible y, en ello, las
emociones son primordiales. ¡A intentarlo!
Muy curioso e interesante, ¿verdad? Ahora que
ya sabes todo esto, sólo te queda disfrutar de este fantástico ritual humano
que es besar,
tan simple y a la vez tan complejo, tan sorprendente y tan antiguo, tan natural
y tan difícil de comprender que despierta toda clase de estudios al respecto.
¿Qué te parece? ¿Qué otras curiosidades sobre los besos conoces tú?
2. Los labios estimulan
muchas partes del cerebro y...
La boca es la gran protagonista de todo beso
y a su vez, los labios y la lengua juegan un papel más que fundamental. El dato
interesante es que allí, en
los labios, hay una enorme cantidad de sensibles receptores que
envían numerosos impulsos neuronales y que estimulan no sólo la actividad
cerebral, sino todo el cuerpo, provocando toda clase de resultados, desde una
ruborización a una excitación sexual y en los hombres, por supuesto, una erección.
Tranquilo, no es que seas un maníaco, pero un simple beso puede provocarte una erección,
acompañada de un amplio abanico de sentimientos, emociones y cambios en el
cuerpo en ese momento sublime.
3. El Síndrome del
besador compulsivo realmente existe
Continuando en la misma línea de datos disparatados sobre los besos, ¿alguna vez
escuchaste acerca del “Síndrome del besador compulsivo”? Bueno, permíteme
contarte que es algo real y que por ende, existe: básicamente, son personas
adictas a los besos. Se trata de un peculiar tipo de trastorno obsesivo
compulsivo y fue descrito en una entrega de laJournal of Psychiatry del año 2012, publicada en Australia y Nueva Zelanda.
4. El primer beso
realmente cuenta
Más allá de los cuentos de hadas y princesas,
las películas románticas y demás, el primer beso realmente cuenta y puede sellar una relación afectiva
duradera o bien destruirla de inmediato. Aunque puede resultar de los más
peculiar y extravagante, ésta es una cuestión que fue analizada desde las
ciencias y según asegura la antropóloga biológica Helen Fisher, de la Universidad Rutgers ,
el beso es un complejo mecanismo a través del cual las personas evalúan a quién
puede o no ser su compañero sentimental a distintos niveles y en esto inciden
diversos factores.
Varios estudios han señalado que este mecanismo se
desarrolla con más intensidad en las mujeres y que factores como problemas
dentales, la forma de la boca, el aliento y las habilidades para hacer de un
beso un momento placentero que provoque reacciones químicas a nivel cerebral,
inciden directamente en la elección del compañero a partir del primer momento
en el que la pareja se besa. Nada que no supiéramos, pero es 100% real.
5. La mayoría besa
inclinando su cabeza hacia la derecha
Para besarnos, necesariamente inclinamos
nuestra cabeza hacia un lado para que nuestras narices no se choquen. Resulta
bastante obvio, pero un grupo de investigadores irlandesesrealizaron
una experiencia tras la cual dieron cuenta de que más del 80% de las personas
se inclina hacia la derecha al momento de besarse. Cualquiera podrá pensar que
ésto se explica fácilmente al considerar la cantidad de zurdos y derechos que
existe, sin embargo, en el estudio se notó también que la gran mayoría de los
zurdos se inclinan del mismo modo, es decir hacia la derecha.
6. Besarse reduce tu
estrés y te relaja igual que 1 sesión de yoga
Que la práctica de la yoga reduce los niveles de estrés e
incrementa la relajación en las personas que lo desarrollan correctamente es un
hecho y está científicamente comprobado que funciona. Lo que también se sabe es
que, en los mismos términos, una sesión de 1 hora de yoga produce exactamente
el mismo efecto en los individuos que besarse asiduamente con un ser querido,
con el cual se mantiene una relación sentimental.
De hecho, años atrás se realizó un estudio al respecto en el que se pidió a 2 grupos de
parejas que uno aumente el tiempo y la frecuencia con la que se besaban,
mientras que al otro se les pidió lo opuesto durante un lapso de 6 semanas.
Transcurrido este período, el grupo 1 mostró haber disminuido sus niveles de
estrés y ansiedad, mientras que el segundo, el cual tuvo que abstenerse del
besuqueo, presentó niveles más elevados.
7.
Besar puede reforzar tu sistema inmunológico
Sabemos
muy bien cuántas bacterias y gérmenes
viven tu boca, la mía y la de todos. También lo peligroso que es
esto y aún más la clásica frase de Nietzsche, “Lo que no te mata, te hace más
fuerte”, una frase que seguro escuchaste hasta el cansancio y que ahora
realmente podrás aplicar con sentido. Lo cierto es que si bien nuestras bocas
están repletas de peligrosas bacterias y esto puede ser peligroso, en realidad
es mucho más probable que el beso mejore tu sistema inmunológico, te
vuelva más resistente y capaz de lidiar, por ejemplo, con varios tipos de
alergias. Los besos hacen que nuestro organismo entre en contacto con las bacterias
que habitan la saliva de otras personas y esto estimula nuestro sistema
inmunológico a gran escala, poniéndolo a trabajar y a ejercitarse duramente,
entre otras cosas, haciéndolo más fuerte.
8. Los besos de los
padres mejoran el desarrollo del niño
Como te decía, que la boca de tu madre tenga
unas cuantas S. mutans en realidad no importa tanto si
contrastamos ese peligro biológico con los beneficios psicológicos, cognitivos
y emocionales que tienen esos besos llenos del amor más puro. Los recién
nacidos, bebés y niños pequeños que con frecuencia reciben besos y abrazos de
su madre y padre durante estos períodos, se
desarrollan con más facilidad y rapidez que los que no los reciben o lo hacen
con menos frecuencia. El contacto físico, los modos en los que el beso y el
abrazo funcionan como una herramienta comunicacional, fortaleciendo los
vínculos y transmitiendo seguridad, confianza y apoyo al niño, estimulan y
ayudan al infante a desarrollarse mejor y más rápido.
9. El beso de una mamá a
un bebé puede provocar caries
Besar a tus mascotas puede provocarte caries y varias
enfermedades dentales, aunque debes tener en cuenta que besar a tu mascota
puede ser igual o incluso hasta menos peligroso que besar a un humano. En este
caso, los besos de una mamá a los niños pequeños resulta igual de peligroso,
pero claro, el cariño y el sentimiento realmente lo vale...
De todas maneras, es interesante saber que,
por ejemplo, la principal fuente de transmisión de bacterias dañinas que
reciben los niños pequeños, proviene de la saliva de su
madre y son las que
comúnmente provocan las caries. La Streptococcus mutans es la más frecuente, ya que abunda en
la saliva de los adultos y puede pasar de la madre al niño por los besos, el
habla y el prolongado contacto que naturalmente, la madre tiene con los
pequeños.
10.
Besar a tu mascota aumenta las bacterias en tu boca
Es
de lo más lógico, si eres de los que les gusta besar a sus mascotas, ten en
cuenta que tanto el pelaje del animal como su cavidad bucal (si tus
sentimientos por la criatura son lo suficientemente intensos y extravagantes
como para besarle allí) está plagada de enormes cantidades de bacterias. En el
2012, un estudio desarrollado por un grupo de
científicos japoneses en la
Universidad de Osaka demostró como bacterias como las P. gulae, T. forsythiay C. rectus frecuentemente
viven en la saliva de los perros domésticos, por ejemplo, y que hasta un 30% de
quienes tienen estas mascotas en el hogar, también tienen estas bacterias en su
organismo, especialmente en la boca.
El
equipo concluyó en que los perros domésticos pueden transferir bacterias que
capaces de transmitir bacterias a sus dueños y provocar enfermedades en las
encías extremadamente perjudiciales. Así que cuando se trate de tu mascota...
procura evitar los besos de ahora en más. De hecho, los científicos no sólo
recomiendan evitar el acto, sino también cepillarse los dientes después de
jugar con ellos.
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