El
conocimiento es una cualidad inherente al ser humano puesto que es el hombre es
el único ser del universo que tiene la capacidad de pensar, reflexionar,
analizar con objetividad la realidad. Por esta razón, vivir humanamente también
implica hacer uso de la razón, el conocimiento y la memoria. Está claro que el
hábito del estudio favorece el desarrollo de tales facultades, por el
contrario, una vida sedentaria limita al máximo el poder de la memoria.
El cuidado de la memoria es esencial
a cualquier edad pero especialmente, durante la vejez puesto que como
consecuencia de la edad, los ancianos pueden sufrir pérdidas de memoria e
incluso enfermedades como el alzheimer. Cuando un ser humano pierde la memoria
se muestra frágil y necesita de la ayuda de los demás para afrontar el día a
día.
Por tanto, igual que los expertos hacen hincapié en la importancia de
cuidar el corazón, también debemos asumir que tenemos que cuidar nuestra
memoria de manera positiva. De este modo, una investigación realizada
recientemente por la universidad de Pitssburgh en Estados Unidos que ha sido
publicada en la revista Neurology ofrece datos muy interesantes en relación con
el hábito de pasear y el cuidado de la memoria. Lo cierto es que andar al menos
9 kilómetros
a lo largo de la semana protege el tamaño del cerebro, y como consecuencia,
también conserva la memoria en la vejez.
Además, pasear siempre es
saludable puesto que cuando una persona dedica una hora de su rutina diaria para
caminar puede disfrutar de un paisaje bonito, tiene el placer de estar en
contacto con la naturaleza y respirar aire puro, se siente de forma activa y
saludable puesto que todo aquel que hace ejercicio está más ágil. En
definitiva, existen muchas razones por las que merece la pena disfrutar de un
paseo diario, una de ellas, es que andar es bueno para el cuidado de la memoria.
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