¿QuĆ© sentimiento viene a los maestros cuando piensan que se van antes de
los 30 aƱos que habĆan previsto para su jubilación?
Por Migdalia López Carrasquillo,
Ph.D.
La Ćŗnica pelirroja
que tengo en mi lista de amigos, con un doctorado en su disciplina y a solo un
mes de haber logrado la carrera magisterial, me comunicaba, con visible dolor
en el alma, que -aunque ama lo que hace- se retirarÔ este próximo mayo con solo
la mitad de la pensión a la que tenĆa derecho.
Sabemos que estas
condiciones de incertidumbre, y algunas otras circunstancias del sistema
educativo pĆŗblico de Puerto Rico de hoy, hacen sumamente complicada la
convivencia en las aulas y la concentración necesaria para ejercer el proceso
de enseƱanza.
¿Cómo son los
maestros?
Mucho se ha dicho
de los educadores. Nuestros mƔs de cuarenta mil maestros han sido objeto de
juicio, a veces solo sobre la base de los resultados de una prueba. Necesitamos
recordar la cantidad de maestros excelentes que pueblan los salones de las
1,500 escuelas. Es innegable que en todas las profesiones existen prƔcticas
indebidas, pero gran parte de los docentes exhiben un desempeƱo loable y muchas
prÔcticas educativas dignas de admiración.
Un joven alumno me
contó que -después de haber sufrido un accidente- debió pasar un tiempo
prolongado en su casa. Su maestro de espaƱol le enviaba las tareas para que se
mantuviera al dĆa en la clase, ademĆ”s de papelitos que le daban Ć”nimo durante
la recuperación. Este alto sentido de responsabilidad inspiró al estudiante y
decidió ser maestro de español. Muchos educadores investigan las condiciones
que afectan a sus estudiantes y hacen acomodos razonables que permiten que los
alumnos desarrollen al mƔximo sus habilidades e inteligencias.
Gran parte de los
maestros se comunican con respeto y exhiben tolerancia ante las duras
condiciones de vida de los jóvenes y los niƱos que son vĆctimas de una sociedad
enferma. Los aconsejan y hacen arreglos en sus clases para protegerlos de la
frustración y el fracaso.
Los buenos maestros
Gran cantidad de educadores se preparan bien para sus clases. Estudian
para dominar el contenido de su disciplina. La mayorĆa de sus clases son
divertidas, motivan a los estudiantes y proveen herramientas para que aprendan
y deseen aprender de manera independiente.
Una maestra muy motivadora llevó a los estudiantes junto al rĆo para
leer poesĆa de Julia de Burgos durante la conmemoración del natalicio de esta
poeta boricua. Otros jóvenes declamarÔn sus versos, dibujarÔn sus imÔgenes,
redactarĆ”n poemas y, asĆ, manifestarĆ”n sus diversos talentos.
En muchas escuelas, se llevan a cabo ferias, conciertos, certƔmenes,
competencias y celebraciones que permiten desarrollar las destrezas de lectura
y redacción, matemĆ”ticas, musicales, artĆsticas, deportivas, de investigación y
pensamiento, cientĆficas, humanĆsticas, tecnológicas, comerciales,
vocacionales, históricas, culturales, de idioma, en fin, habilidades para la
vida. En todas estas actividades se destaca la labor protagónica de un héroe de
la enseƱanza.
Un compromiso
Las pƔginas mƔs hermosas sobre la gesta realizada por los maestros
puertorriqueƱos quedan impresas en los corazones de sus interlocutores. Al
final de cada aƱo, algunos educadores ni siquiera sabrƔn cuƔnto les enseƱaron a
sus educandos.
Los docentes asumen el mayor compromiso de su carrera en tiempos de
crisis. Sé que la vocación superarÔ al dolor y que el amor superarÔ a la
tristeza. Ellos seguirƔn siendo excelentes educadores que cumplen con la
siguiente lista de cotejo, a la que exhorto se sometan, aunque sea el Ćŗltimo
dĆa en que enseƱen en el sistema educativo pĆŗblico del paĆs.
Lista de cotejo para educadores
Soy un buen maestro o una buena maestra si…
* Tengo suficiente vocación para comprender los estados anĆmicos de los
alumnos: respeto sus diferencias y ayudo a desarrollar sus inteligencias, asĆ
como evito castigarlos; antes bien, contribuyo a enmendar sus errores y a
elevar su concepto de valor como persona.
* Me preparo todos los dĆas para dar clases, las cuales cumplen con
criterios de excelencia en cuanto al contenido de mi disciplina y a la variedad
metodológica requerida para que los alumnos aprendan.
* Hago todos los acomodos necesarios para que mis alumnos tengan las
condiciones óptimas para desarrollar sus habilidades cognitivas al mÔximo.
· Mis clases contienen actividades
que enseñan a pensar, son lúdicas y divertidas, y permiten a los estudiantes
utilizar sus variadas inteligencias.
La verdadera dedicación hacia la enseñanza se demuestra con amor en
tiempo de crisis.
La autora es catedrƔtica de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de
RĆo Piedras, y autora de los libros Marginados en un mundo de letras:
14 principios para enseƱar con amor, compasión y alegrĆa, La muralla
del amor y Cuento cuentos. EstarĆ” el 8 de marzo a la 1:00 p. m. en
la librerĆa Beta Books CafĆ©, en Plaza Carolina para dialogar con educadores y
padres. Su correo electrónico es migdalialopezcarrasquillo@gmail.com.
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