SANTO DOMINGO República
Dominicana.- La presidenta de la Fundación Red Dominicana de Cardiólogas,
Petronila Martínez, advirtió sobre el aumento del síndrome del corazón de
fiesta, de fin de semana o de vacaciones en personas menores de 30 años sin
problemas cardíacos, por lo que recomendó prudencia en el asueto de Semana
Santa.
“Es un
conjunto de síntomas y signos cardíacos producidos por el consumo excesivo de
alcohol, que trae como consecuencia una intoxicación aguda que altera el
corazón y puede manifestarse como sensación de palpitaciones, falta de aire o
dolor torácico”, explicó.
Indicó que
recibe estos nombres porque se relaciona con todas aquellas circunstancias en
las que hay celebración de por medio, como Navidad y Año Nuevo, y el feriado de
la Semana Mayor y que se cree lo desencadena una liberación de adrenalina y
nor-adrenalina y el incremento de ácidos grasos.
Martínez,
distinguida como agregada del Colegio Americano de Cardiología, precisó que la
patología afecta a personas con buena salud que ingieren cantidades moderadas o
altas de alcohol en corto tiempo.
Sugirió mantener
un buen estado de hidratación, no ingerir grandes cantidades de alimentos, no
mezclar alcohol con otras sustancias, ni descuidar medicamentos y conocer el
estado cardiovascular con una visita al cardiólogo.
Entre las
medidas más importantes para evitar el síndrome recomienda reducir el consumo
de alcohol a una copa de vino por día, 16 onzas de cerveza, dos onzas de
alcohol etílico o cuatro de wisky y en el caso de las mujeres las dosis deben
reducirse a la mitad.
Advirtió que
el alcohol afecta al músculo cardíaco y trae como consecuencia una disminución
en la capacidad del corazón para bombear la sangre, pero que el efecto más
importante es el desencadenamiento de arritmias, especialmente la fibrilación
auricular, frecuente, peligrosa y factor de riesgo para tromboembolismo
cerebral, que deja secuelas permanentes.
La
expresidenta de la Sociedad Dominicana de Cardiología dijo que puede producir
arritmias muy graves, y hasta muerte súbita, si el afectado tiene factores de
riesgo o una enfermedad cardíaca previa.
“Los niveles
de alcohol van a depender del grado de concentración en la bebida, el tiempo en
el que se ingiere, frecuencia en tomar, peso corporal, contenido de agua en el
organismo, estado de ayunas, uso de otras sustancias, como energizantes, estimulantes
sexuales, drogas y actividad sexual”, concluyó.
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