La legisladora argumenta que se va del partido
fundado por el profesor Juan Bosch, porque su horizonte político va por un
camino muy distinto al que ha asumido el PLD, partido que dice se ha
distanciado de los valores y principios de la democracia, de la defensa de los
derechos humanos y del compromiso histórico que ha movido su lucha por una
sociedad donde impere la justicia.
Minuo Tavarez Mirabal ha sido diputada durante tres
períodos representando la circunscripción No. 01 del Distrito Nacional y, se
recuerda, que durante su ejercicio como legisladora ha rechazado
el artículo 30 del proyecto de reforma constitucional presentado por el
entonces presidente de la República y del PLD, Leonel Fernández, donde se conculcaban
los derechos reproductivos de las mujeres.
Además, tuvo sus diferencias con sus
posiciones a favor de mantener el párrafo tercero del artículo 85 del Código
Procesal Penal y su rechazo a la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional,
acciones todas impulsadas por destacados dirigentes del PLD.
CARTA INTEGRA
Señor
Leonel Fernández Reyna
Presidente
del Partido de la Liberación Dominicana.
Todo lo que diga ahora lo he dicho antes. Lo
he dicho en mi condición de militante del Partido de la Liberación Dominicana,
de integrante de su Comité Central, de diputada al Congreso Nacional, como
ciudadana, y sobre todo como dominicana, hija de esta media isla a la que
admito y quiero con sus luces y sus sombras. Y lo he dicho y hecho con el
ejemplo de tantos y tantas que llegaron hasta el sacrificio supremo por una
mejor vida para quienes la habitamos, y con la clara conciencia de que la vida
y la política también significan enfrentar a quienes por demasiados años han
impedido, y pretenden seguir haciéndolo, nuestro progreso, nuestro desarrollo y
nuestra democracia.
La política no es hija de la razón, la política es
siempre un asunto de interés. Y cuando llega el momento de reconocer que
la utilidad de nuestras acciones e intenciones es cada día más lejana, y hasta
contradictoria, con las del Partido que ustedes dirigen, hace falta simplemente
reconocer que es la hora de abandonar esa permanente tensión que me impide
dedicarme efectivamente a lo que considero los temas más decisivos en esta hora
del país.
No es mi intención provocar ningún debate. Se sabe
de antemano de su imposibilidad. Tampoco lo intentaré en el futuro. Los temas
del país son otros. Mejor dicho, es otro.
El futuro de República Dominicana me convoca. Me
convoca su democracia tan dependiente todavía de prácticas que quisiéramos
superadas. Me convoca la crisis institucional cada vez más a la vista de
todos y todas. El descrédito de la política me convoca junto a la falta
de credibilidad de tantos representantes populares y el aumento inmoral de la
pobreza. Me convoca la lucha por mejores gobiernos, por un mejor poder
legislativo, por mejores gobiernos municipales, por una justicia independiente.
Me voy del PLD pero no me voy de la política.
Vengo de un hogar donde adquirí conciencia de la necesidad del compromiso con
los demás, donde aprendí la solidaridad sintiéndola primero y para siempre
conmigo ante el dolor de la pérdida fruto de la arrogancia, la intolerancia, el
despojo y la crueldad.
Me quedo en la política cumpliendo mis
obligaciones como legisladora, de acuerdo con el mandato
Constitucional: “Las y los senadores y diputados no están ligados por
mandato imperativo, actúan siempre con apego al sagrado deber de representación
del pueblo que los eligió, ante el cual deben rendir cuentas.”
Me quedo en la política para hacer lo que prometí
hace unos meses con motivo de un acto que fue, también, un reconocimiento de
mis deudas, una reafirmación de mis compromisos y mi decisión de cumplir con mi
deber: “El primer paso para ascender hoy a las “escarpadas montañas de
Quisqueya”, para alcanzar su pico Duarte, la más elevada de todas, quizás
consista en reconocer que la línea que nos divide ya no es la que trazaron los
llamados grandes caudillos. Hoy, avanzado el siglo XXI, tenemos el
desafío de reconocernos en lo que en realidad debe unirnos: la defensa de los
Derechos Humanos, la lucha contra la pobreza, la justicia, la democracia y la
paz”.
Tan segura estoy de que esos principios e
intenciones son ajenos al PLD, que le solicito tome nota de mi renuncia a esa
organización política.
Minou Tavárez Mirabal
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