"Son mis hijos, mis bebés", aseguraba Yuan Meixia, de 37 años
y residente en Siqian (provincia de Fujian), en una entrevista al diario
Southern Metropolis Daily, donde contaba los secretos de la cría de estos
animales.
Yuan decidió dedicarse a este negocio el año pasado, cuando vio un
reportaje sobre el uso de cucarachas en farmacia y hasta en gastronomía, lo que
le movió a hacer una inversión inicial de 10.000 yuanes (unos 1.600 dólares)
para comprar 20 kilos de este artrópodo.
La mujer mantiene encerrada su colonia en una casa cerca del bosque, en
la que ella no hace vida pero que visita todos los días para alimentar a los
animales y darles los cuidados necesarios.
"Son como niños, necesitan nutrirse adecuadamente", contaba la
mujer, que presta gran atención al bienestar de sus cucarachas, especialmente
para que no pasen calor en verano -para ello rocía con agua las paredes en los
meses estivales- o frío en invierno, cuando caldea el recinto con una estufa de
gas.
En la vivienda muchas de las puertas fueron sustituidas por cortinas de
seda, y todo agujero o grieta en las paredes fue sellado con cemento para
prevenir cualquier intento de fuga de los artrópodos.
Yuan cuida a los animales con mimo, pero llegado el momento en el que la
colonia tiene aproximadamente 100.000 ejemplares no le tiemblan las manos a la
hora de ahogar a los insectos en palanganas de agua, secarlos al sol,
colocarlos en bolsas de plástico y venderlos a buen precio a farmacéuticas de
otras partes de China.
Las cucarachas que cría la mujer son de la especie eurycotis floridana,
una variante rojiza muy fácil de confundir con las vulgares cucarachas
americanas que infestan casas de todo el mundo, y que para la medicina tradicional
china tienen utilidad en muchas recetas.
La mujer aseguró en la entrevista para el diario chino que estas
cucarachas pueden combatir el cáncer, aunque no supo defender esta afirmación
con bases científicas.
Tras conocerse el caso de Yuan, no muy habitual en China (donde hay
granjas de cucarachas pero raramente son negocios familiares), expertos
consultados por los medios advirtieron que puede ser peligroso dedicarse a esta
cría sin controles sanitarios adecuados, ya que los animales pueden escaparse y
diseminar enfermedades.
En agosto de 2013 al menos un millón de cucarachas escaparon de una
granja china donde eran criadas, causando cierta alarma en la provincia
oriental de Jiangsu, donde ocurrieron aquellos hechos, y obligando a las
autoridades a desinfectar toda las áreas cercanas. EFE
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