El virus del ébola se descubrió en 1976,
pero se sabe tan poco de él que es imposible predecir cuándo un contagiado está
fuera de peligro. Los CDC (Centro de Control de Enfermedades) de EEUU señalan
que, entre 7 y 10 días después de la infección, es cuando la enfermedad muestra
sus efectos con mayor virulencia, y el paciente tiene más probabilidades de
morir.
En esos días, es fundamental una buena
atención médica, además del uso de los tratamientos experimentales (Teresa
Romero ha recibido tres en cinco días), inyección de líquidos, uso de
antibióticos y una nutrición cuidada. Tras ese periodo, si el sistema inmune es
capaz de responder al ataque del virus, el paciente sobrevive. Romero contrajo
la enfermedad el 25 de septiembre.
¿Deben seguir algún tratamiento los enfermos
que se han curado?
Una vez que se han curado, los enfermos
pueden tener inmunidad durante hasta 11 años. En
ocasiones, se aprovecha a estas personas con inmunidad para
ayudar a tratar a otros enfermos con menores riesgos, gracias a los anticuerpos
que desarrollan. Una vez superada la enfermedad, es necesario tener cuidado con
determinados fluidos en los que pueden permanecer restos del virus. En el
semen, por ejemplo, pueden aparecer hasta 90 días después del fin de la
enfermedad.
¿Por qué es difícil buscar un tratamiento?
La dificultad para encontrar tratamientos y
vacunas contra el ébola tiene dos causas. Por un lado, hasta el brote de este
año, desde su descubrimiento en 1976, había provocado poco más de 2.000
muertos, principalmente en zonas rurales y pobres de África. “Si se compara con
otras enfermedades como el chagas o incluso la tuberculosis [que mata a más de
un millón de personas al año, principalmente en países pobres], se le había
dedicado más esfuerzo en investigación, en parte porque se había planteado su
uso como arma biológica, pero aún así no había recibido muchos recursos”,
explica Olimpia de la Rosa, coordinadora de emergencias de Médicos sin
Fronteras.
Con este brote, De la Rosa comenta que
hicieron un recuento de todos los productos disponibles para combatir la
enfermedad y “la mayoría tenían la investigación paralizada o muy ralentizada”.
“No es fácil elaborar vacunas y tratamientos, pero esto podría haber ido más
rápido si hubiese habido un mercado más interesante”, concluye De la Rosa.
¿Por qué hay tantas dificultades para
investigarlo?
Las dificultades para estudiar el virus
vienen, en primer lugar, porque es un virus. Frente a las infecciones causadas
por bacterias, que se tratan con bastante eficacia con antibióticos, los virus
se han mostrado más escurridizos. Su propia simplicidad (el ébola sólo tiene
siete genes) hace que también cuenten con menos puntos de ataque. Otro
obstáculo es su peligrosidad. Para investigar con él son necesarios
laboratorios con un nivel de bioseguridad 4, el máximo que existe. Este tipo de
laboratorios son escasos en el mundo y en España ni siquiera se cuenta con uno.
Además, el hecho de que hasta ahora solo unos cientos de personas hayan sufrido
la enfermedad hace que no se haya podido acumular tanto conocimiento.
¿Por qué es el ébola tan mortífero?
Una de las principales habilidades del virus
del ébola es engañar al sistema inmune para que no lo detecte. Normalmente,
cuando un virus infecta el organismo se produce una señal de alarma ante la
invasión, a través de unas proteínas llamadas interferones, que provoca la
reacción de las defensas. Muchos virus han desarrollado sistemas para evitar
que esos centinelas les delaten, pero parece que el ébola tiene una técnica
especialmente eficaz.
Recientemente, un estudio mostró que este
virus produce una proteína que detiene la señal de los interferones y con él la
respuesta inmune. Con las defensas del cuerpo bloqueadas, el ébola se comienza
a reproducir a gran velocidad. Cuando el sistema inmune responde finalmente, ya
es demasiado tarde, y es su propia respuesta excesiva lo que daña los vasos
sanguíneos que comienzan a tener fugas. Esto hace que baje la presión sanguínea
hasta que el corazón, los riñones y otros órganos empiezan a fallar causando la
muerte.
¿Hay factores biológicos de riesgo o de
protección conocidos?
Los factores de riesgo para contraer el virus
que se conocen bien son sociales. Personas en contacto con los pacientes, como
los médicos, se infectan con mayor frecuencia, y lo mismo sucede con las
mujeres, que suelen encargarse de las labores de cuidado de los enfermos.
Algunos análisis han mostrado que un elevado porcentaje de habitantes de
poblaciones rurales de Gabón podrían tener inmunidad contra el ébola. Allí se
encontró que en determinadas comunidades alrededor del 15% de la población
tenía anticuerpos del virus sin presentar síntomas de la enfermedad. Los
científicos consideran que estas personas han podido entrar en contacto con el
virus a través de murciélagos portadores. El análisis de estas personas podría
ayudar a comprender qué mecanismos biológicos hacen más propenso a la
enfermedad.
¿Puedo contraer el ébola en el autobús?
El virus del ébola no se contagia por el
aire, ni por el agua, ni habitualmente por los alimentos. El director general
de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid, Antonio Alemany, recalcó el
lunes por la tarde que para ser infectado por el virus del ébola se “necesita
un contacto directo con las secreciones de un paciente sintomático”, ya sea su
sangre, orina, saliva, semen o heces. La auxiliar de enfermería infectada en
Madrid ha estado de vacaciones desde el 27 de septiembre —un día después del
fallecimiento del misionero contagiado en Sierra Leona al que atendió— hasta su
ingreso el lunes por la mañana en el Hospital de Alcorcón, estando en contacto
estrecho con su marido.
Sin embargo, en este periodo no ha presentado
fiebre alta, más de 38,6 grados, un síntoma considerado necesario para el
contagio. “Hasta que no hay sintomatología hay que recordar que esta enfermedad
no se transmite”, subrayó Alemany. La ministra de Sanidad, Ana Mato, lanzó el
lunes “un mensaje de tranquilidad a todos los ciudadanos”. La Organización
Mundial de la Salud (OMS) remarca que, en el caso de personas que viajan en avión
con enfermos de ébola, "aunque los viajeros deberían vigilar su salud y la
de las personas que los rodean, el riesgo de infección para ellos es muy
bajo".
¿Y si me estornudan en la cara?
Las autoridades sanitarias internacionales
insisten en evitar alarmas injustificadas. Los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU detallan la improbable cadena de
casualidades que debe darse para que una persona se infecte por ébola sin
tener contacto estrecho con el enferm "Aunque la tos y los estornudos no
son síntomas comunes del ébola, si un paciente sintomático con ébola [con
fiebre de más de 38,6 grados] tose o estornuda sobre alguien, y su saliva o sus
mocos entran en contacto con los ojos, la nariz o la boca de esa persona, estos
fluidos pueden transmitir la enfermedad".
¿Por qué se sacrificó al perro de la enferma?
Las autoridades sanitarias de la Comunidad de
Madrid quieren sacrificar al perro de la auxiliar de enfermería infectada por
ébola,según su marido. El posible papel de los perros en la diseminación del
virus en otras ocasiones está poco estudiado, pero un trabajo sobre un brote en
Gabón entre 2001 y 2002 "sugiere que los perros pueden ser infectados por
el virus del ébola y que su presunta infección es asintomática",
según sus conclusiones, publicadas en una revista científica de los
CDC.
La diferencia es que aquellos perros,
asilvestrados en un área epidémica, llegaron a comer animales salvajes con alto
riesgo de estar infectados, como simios y murciélagos de la fruta. En pueblos
de Gabón en los que se habían registrado casos humanos de ébola por contacto
con animales salvajes, el 32% de los perros presentaba anticuerpos específicos
contra el virus. "Estos animales domésticos pueden por lo tanto infectarse
y excretar el virus durante un periodo determinado, convirtiéndose así en una
fuente potencial de infección para el ser humano", explicaba en un
comunicado de 2005 el Instituto de Investigación para el Desarrollo de
París. "Ahora parece necesario evaluar el papel de los perros en los
brotes de ébola y tomar en cuenta este riesgo en las medidas de control de la
epidemia", sentenciaba.
¿Habrá más casos en España?
Alemany ha anunciado que equipos de
epidemiólogos estudian “cualquier contacto que pueda ser susceptible de haber
sido contacto estrecho” con la auxiliar de enfermería y su marido. Las
autoridades ya han contactado con los profesionales médicos que le atendieron
en el Hospital de Alcorcón. El protocolo habitual es encontrar a los posibles
casos y aislarlos. “No tenemos noticia de ningún otro caso”, declaró el lunes
por la tarde Alemany.
¿Por qué en África hay un brote y aquí no?
Las autoridades sanitarias consideran muy
improbable un brote de ébola en un país con una buena infraestructura
hospitalaria. En África, el problema a menudo es la pobreza y la falta de
médicos y material. En Liberia hay 1 médico por cada 100.000 personas, frente a
los 370 que existen en España. En algunas zonas de África occidental, el
personal sanitario atiende a enfermos de ébola incluso sin agua corriente. En
Guinea, origen del actual brote, la mayor parte de las infecciones está
relacionada con los enterramientos tradicionales, en los que los familiares
mantienen un contacto estrecho con los cadáveres.
¿Cuántas personas hay en riesgo de contagio
en África?
Expertos de Oxford calculan que hay más
de 30.000 personas en riesgo de ser infectadas durante el actual
brote. En Liberia hay un médico por cada 100.000 personas, frente a los
370 que existen en España. Y, según las estimaciones de la OMS, se necesitan
unos 250 trabajadores sanitarios para manejar una sola instalación médica con
70 enfermos de ébola.
¿Fue un error repatriar a los dos religiosos
españoles infectados?
En una declaración publicada el 8 de
agosto, la OMS afirmó: "Los estados deben estar preparados para facilitar
la evacuación y repatriación de sus ciudadanos (por ejemplo los trabajadores
sanitarios) que han sido expuestos al ébola". Tanto Manuel García Viejo,
el religioso de 69 años infectado en Sierra Leona, como Miguel Pajares, otro
misionero que se contagió en Liberia, fueron trasladados e ingresados en el
hospital madrileño Carlos III, teóricamente preparado para recibir a este tipo
de pacientes. Sin embargo, personal del centro ha denunciado que los trajes de
protección de los trabajadores sanitarios no cumplían la normativa, un
hecho negado por la dirección del hospital.
¿Qué es, entonces, lo que ha fallado?
Las autoridades españolas están revisando los
protocolos de seguridad, y analizando qué falló en este caso. Pero lo que los
expertos empiezan a denunciar es que ha habido una cadena de errores:
desde la falta de planificación de la repatriación de los infectados,
hasta la escasa formación del personal sanitario, pasando por errores en
los centros sanitarios que trataron a la enferma en sus primeros síntomas.
¿Cuánto dura el virus del ébola en un lugar
cerrado?
Los CDC de EEUU explican que sólo
se ha realizado un estudio de laboratorio para comprobar cuánto tiempo se
mantiene el ébola en una habitación, pero se llevó a cabo en condiciones que
favorecían la persistencia del virus. En esas circunstancias ideales, el ébola
puede mantenerse activo durante seis días. Sin embargo, un estudio en
condiciones reales, realizado en un hospital africano, no detectó virus activos
en ninguna de las 33 muestras recogidas en lugares que no estuvieran
visiblemente manchados por sangre de pacientes. Los CDC establecen un periodo
de 24 horas como "máximo conservador" de tiempo de persistencia del
virus en un entorno hospitalario con buenas prácticas de limpieza y
desinfección. El virus se elimina incluso con desinfectantes como la
lejía de uso doméstico.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad?
Los indicios suelen llegar a los 8-10 días de
haber estado en contacto con el virus, aunque pueden aparecer entre 2 y 21 días
después. Los síntomas más frecuentes son fiebre de más de 38,6 grados, fuerte
dolor de cabeza, dolores musculares, diarrea, vómitos, dolor de estómago y hemorragias
sin causa aparente.
¿Y si me pica un mosquito?
No existe ninguna evidencia científica de que
los mosquitos puedan transmitir el ébola. Por el momento, sólo algunos animales
salvajes, como monos, simios y murciélagos, han sido observados propagando el
virus.
¿Ya hay tratamiento contra el ébola?
No, la histórica falta de
financiación ha retrasado el desarrollo de un tratamiento eficaz contra el
ébola. Hay varias vacunas y tratamientos experimentales que son prometedores,
como el ZMapp, producido por la empresa estadounidense Mapp Biopharmaceutical.
Sin embargo, la propia compañía admite que ha agotado las existencias de su
fármaco, un cóctel de proteínas producidas en plantas de tabaco transgénicas y
que se unen al virus de tal modo que las defensas del organismo de los monos
son capaces de identificarlo y eliminarlo. También se duda de su eficacia.
“¿Funciona el ZMapp? No lo sabemos”, subraya la empresa en su página web.
“Se necesitan más ensayos clínicos y más amplios para determinar si ZMapp es
seguro y efectivo”, añaden. Ahora mismo, además, hay escasez de fármacos
experimentales.
¿Qué hacen entonces los médicos con los
enfermos?
Como explica la OMS, los pacientes de
ébola en estado grave suelen deshidratarse y requieren sueros intravenosos o
rehidratación por vía oral. No se trata de atacar la raíz de la enfermedad,
sino de suavizar sus síntomas. “Algunos pacientes se recuperarán con la
atención médica adecuada”, expone la OMS. En el caso de la auxiliar de
enfermería infectada en Madrid, la dirección del hospital Carlos III ha
explicado la mañana del martes a la junta de personal que la paciente está
siendo tratada con “suero de religiosas supervivientes a la enfermedad”,
según informan fuentes sindicales.
Este tratamiento experimental consiste en aprovechar
las defensas generadas en la sangre de los pacientes curados para reforzar el
sistema inmune de los enfermos. La auxiliar también recibirá favipiravir, un
fármaco experimental antiviral sin eficacia demostrada en pacientes
de ébola.
jpm
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