REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Un equipo médico del Hospital Universitario de La Ribera , en Alzira
(Valencia), ha reconstruido la nariz de una niña de siete años con una técnica
de microcirugía en la que se ha empleado cartílago y piel de la oreja y vasos
venosos y arteriales de la propia paciente.
La niña, que fue intervenida
hace unos meses y cuya evolución ha resultado “un éxito”, sufría una grave
deformación producida por una infección causada por la bacteria estreptococo,
según ha explicado el hospital en una nota de prensa.
La infección había dejado a
la menor sin ‘columela’, es decir, sin la parte que se extiende desde la punta
de la nariz al labio y que se encarga de separar los dos orificios nasales, lo
que le causaba, además de un perjuicio estético, una alteración de la correcta
funcionalidad de su nariz.
Según ha destacado el jefe
del Servicio de cirugía plástica y reconstructiva del centro sanitario, el
doctor José Mallent, la estructura que había que reconstruir se caracteriza por
tener piel y cartílago, por lo que era necesario encontrar en el cuerpo de la
paciente una estructura similar que permitiera reconstruir su nariz.
En la intervención se le
tenía que producir, además, el menor daño posible, y los expertos optaron
extraer e implantar en la nariz de la paciente el hélix, el pliegue que rodea
el borde de la oreja.
Del mismo modo, se ha tenido
que dotar a este implante de flujo sanguíneo para garantizar su supervivencia,
lo que los médicos lograron usando una rama de la arteria femoral de la
paciente para crear un circuito sanguíneo desde el ángulo de la mandíbula hasta
la aleta nasal a través de uno de los surcos nasogenianos (los surcos que
aparecen a ambos lados de nariz y boca), ha apuntado Mallent.
En la intervención
quirúrgica, de siete horas de duración, ha participado todo el equipo del
Servicio de cirugía plástica y reconstructiva del Hospital Universitario de La Ribera (doctores José
Mallent, Giovanni Bistoni y Alessio Becchetti), junto a miembros del Servicio
de Anestesia y dos equipos de Enfermería.
“Ha sido una intervención de
elevada dificultad técnica, en la que nos encontrábamos limitados por la edad
de la paciente, que, al ser una niña, tiene estructuras más pequeñas y venas y
arterias más finas que un adulto, y por las cicatrices en la nariz y el labio
superior que le había dejado la infección”, ha indicado Mallent.
Para el cirujano, la
reconstrucción en una “niña tan pequeña” abre las puertas a que se pueda llevar
a cabo este tipo de “cirugías muy sofisticadas” en “pacientes de cualquier
edad”.
Tras cuatro días ingresada en
el centro hospitalario, y tras otra intervención posterior de revisión, el
implante realizado en la menor ha evolucionado “perfectamente, generando su
propia red de vasos y arterias locales”.
Al mismo tiempo, se ha
prevenido la deformidad a la que habría dado lugar el crecimiento de la nariz
sin que se hubiera realizado la intervención.
El resultado de la
intervención, que ha permitido recuperar la funcionalidad de la estructura
nasal de la paciente, puesto que puede respirar mejor, ha tenido un “favorable
impacto psicológico en la niña”, que, por su deformidad, “se encontraba
excluida” socialmente.
Esta situación generaba en
ella “malos resultados escolares y aislamiento”, mientras que “desde la
intervención es una niña alegre, más sociable y más aceptada por sus compañeros
de clase”.
Fuente: ABC.es
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