El deseo sexual femenino puede ser muy arisco y elusivo. Los cambios
hormonales, el uso de ciertas medicinas y el impacto de algunas situaciones –
como el estrés diario y los problemas en la relación de pareja – pueden
apagarlo casi por completo. No es en vano que el bajo nivel de deseo es la
dificultad sexual más frecuente en las mujeres.
Cuando el deseo erótico femenino es muy bajo, la mujer puede
ni siquiera percibir que existe una carencia en su vida sexual. En estas
circunstancias, el desinterés por el sexo no constituirá para ella un problema,
hasta que se dé cuenta de su situación. Sin embargo, para otras mujeres y sus
parejas, el nivel escaso de libido (deseo sexual), sí constituye una dificultad
que puede generar malestar psicológico y afectar la relación.
A continuación encontrarás algunas maneras sencillas y efectivas que
pueden ayudarte a avivar tu deseo sexual. Esta energía siempre está presente y
circula constantemente por tu cuerpo, aunque a veces parezca que haya
desaparecido por completo. Es importante que tomes en cuenta que las causas del
bajo deseo pueden ser múltiples y complejas, por lo que pudieras necesitar de
la ayuda de un médico y de un psicoterapeuta para atender tu situación.
1. Cultiva tu energía vital
El deseo es una manifestación de la energía sexual, que a su vez – según
la medicina tradicional china – forma parte de nuestra energía vital o chi. Cuando estamos carentes de
salud y vitalidad, cansados, estresados o desanimados emocionalmente, tendremos
muy poco deseo sexual. Por el contrario, cuando experimentamos la vida con
alegría y pasión, y gozamos de buena salud, también esto se manifestará en
nuestra vida sexual. Por ello, la primera recomendación es que realices
actividades para recargar a diario tuchi: come alimentos sanos, frescos y
nutritivos, realiza ejercicios físicos al menos tres veces a la semana, camina
por un parque o en el campo para tener contacto con la energía de la
naturaleza, medita para aquietar el cuerpo y la mente, y así conectarte con la
paz y la alegría interior.
2. Cuídate emocionalmente
Las emociones afectan la sexualidad y el nivel de deseo femenino hasta
el punto que pueden bloquear por completo el
erotismo. La depresión y la ansiedad afectan el deseo sexual, por lo
que es importante recibir el tratamiento profesional adecuado, si estos estados
son persistentes, ya que también afectan otras áreas de vida. Algunos
medicamentos antidepresivos también pueden reducir el deseo sexual y la
capacidad para alcanzar el orgasmo, por ello, es importante que preguntes a tu
médico sobre los efectos secundarios del tratamiento farmacológico que estés
recibiendo. Algunas formas de descargar las tensiones y canalizar positivamente
las emociones incluyen: comunicar tus sentimientos de manera asertiva y
oportuna, amarte y valorarte a ti misma con tus fortalezas y debilidades,
establecer relaciones afectuosas y no dependientes con otras personas, tener un
trabajo satisfactorio, realizar alguna actividad que te brinde satisfacción y
alegría, tener tiempo libre para ti misma en tu rutina diaria, sanar las
heridas del pasado, perdonar y abrir tu corazón para dar y recibir amor.
3. Aprovecha tu imaginación
Según los terapeutas sexuales, el cerebro es nuestro órgano sexual más
importante. Lee poesía o novelas románticas que tengan un toque de erotismo, o
sean francamente sugerentes, según sea tu gusto. Lo importante es que toquen
tus fibras internas y te hagan vibrar. Imagina escenas y fantasías sexuales,
donde tú seas la protagonista, junto a un personaje real o imaginario. No
censures tus pensamientos, sensaciones o emociones. Siéntete libre de
experimentar altas dosis de placer sensual gracias a tu creativa imaginación.
Compra o alquila una película erótica o pornográfica que despierte tus sentidos
y disfrútala junto a tu pareja hasta que ustedes se conviertan en los actores
principales.
4. Despierta la energía femenina en tu cuerpo
Hay muchas técnicas para que te conectes con tu energía femenina. Una
primera forma consiste en realizar consciente y lentamente ejercicios de
contracción y relajación de los músculos que rodean la vagina (ejercicios
Kegel), a la vez que la sientes desde “tu interior”. Otro buen ejercicio
consiste en colocar tus manos sobre tu útero y ovarios y visualizarlos como un
hermoso templo de tu feminidad, de hermosos y radiantes colores. Una manera
agradable y divertida de conectarte con tu energía sexual femenina es practicar
danzas tribales – con sonidos de tambores – o danza del vientre, donde
movilizas y sueltas tu zona pélvica, liberando tensiones en esa área. Tus
movimientos en general, se volverán más fluidos y armoniosos. Imagina que eres
una diosa danzando y comenzarás a irradiar una maravillosa energía femenina.
5. Prepárate física, mental y emocionalmente para
el encuentro sexual
Programa una cita para hacer el amor y ese día dedica tiempo para
conectarte con tu propia sensualidad y erotismo antes de reunirte con tu
pareja. Disfruta de un baño con agua tibia, burbujas, música suave y velas
aromáticas. Acaricia tu cuerpo mientras le das un suave masaje con una crema de
deliciosa y afrodisíaca fragancia, como el chocolate. A lo largo del día
imagina fantasías eróticas que vayan despertando progresivamente tus sentidos.
Imagina cómo se sentirá el roce de tu pareja en tu piel, sus besos y caricias,
imagina cómo será el placer de sentirlo dentro de ti, sus cuerpos unidos
estrechamente.
6. Cultiva tu relación de pareja
El deseo sexual en la mujer está muy relacionado con el amor y el grado
de conexión emocional que sienta con su pareja. Lo que ocurre fuera del
dormitorio afectará lo que ocurre en la intimidad. Por ello, dentro de tus
prioridades de cada día, es esencial que siempre dediques tiempo a cultivar la
relación con tu pareja a través del compañerismo, el juego y la comunicación.
Recurre a la terapia de pareja, si ello es necesario. Para que la pasión pueda
fluir en una pareja, ambos deben sentirse a gusto y en confianza en presencia
del otro, libres para expresarse con autenticidad, y dispuestos a reír y
disfrutar de la vida juntos.
7. Recurre a lo nuevo e inesperado
La vida es un balance entre la estabilidad y el cambio constante.
Queremos una relación de pareja estable y comprometida, pero el otro lado de la
moneda puede ser la rutina, la monotonía y el aburrimiento. Para evitar esto,
tenemos que estar dispuestos a aprender y a experimentar constantemente. Esto
añadirá pasión a tu vida y a tu sexualidad. Decora tu habitación de manera que
invite a hacer el amor, prueba lugares distintos al dormitorio, compra lencería
hermosa y sugerente y úsala (no esperes a una ocasión en especial), utiliza juguetes sexuales – dildos, vibradores, plumas, etc. – a
solas y durante el sexo con tu pareja. Despréndete de los esquemas y atrévete a
mostrar tu parte inventiva, sugerente y sensual y, ¿por qué no?, tu lado más
salvaje también. Juega y disfruta más, deja a un lado lo que no es prioritario,
y aprovecha cada momento, que no volverá a repetirse en tu vida.
Ver más: http://www.about.com/espanol/
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