El aceite de coco virgen - el cual es del que se
refiere el presente artículo - se obtiene mediante presión en frío de la pulpa
blanca del coco sin usar ningún tipo de producto químico. Este se compone casi
de 90% de grasas saturadas. Pero un momento… ¿este tipo de grasa no es mala? No
todas las grasas saturadas son iguales. La mayoría de este tipo de grasa
contenida en el aceite de coco proviene de los beneficiosos ácidos grasos de
cadena media (MCFA – Medium Chain Fatty Acids) los cuales ha mostrado
grandes beneficios para la salud.
Este aceite se encuentra de manera líquida y
transparente a partir de los 25 grados centígrados de temperatura. Por debajo
de esa temperatura tiende a solidificarse y se convierte de color blanco. Es
importante mencionar que las propiedades de este aceite no se alteran al pasar
del estado sólido a líquido ni viceversa por lo que éste puede almacenarse
tanto en temperatura ambiente como en refrigeración. Asimismo este es uno de
los mejores aceites para cocinar ya que es muy resistente a temperaturas altas
manteniendo así sus propiedades nutricionales al calentarse sin ser oxidado.
Cabe diferenciar que a pesar de que ambos aceites
se obtienen de la misma planta, no hay que confundir el aceite de coco con el
aceite de palma. Ambos aceites se extraen de partes distintas del coco y por lo
tanto tienen propiedades muy distintas.
El aceite de coco es uno de los alimentos que a
pesar de se ha utilizado desde hace muchísimos años, en la última década ha
surgido un gran auge sobre sus propiedades tanto nutritivas y cosméticas
así como terapéuticas. A continuación un muy pequeño resumen de unos de los
principales beneficios que brinda incluir aceite de coco en la dieta:
·
Ayuda a
acelerar el metabolismo y a reducir grasa corporal: Esto sucede gracias los ácidos
grasos de cadena media mencionados anteriormente. Al ser cadenas más cortas
este tipo de grasas le permite al cuerpo utilizarlas más rápidamente como
fuente de energía en lugar de ser almacenadas.
·
Tiene
propiedades antivirales, antibacteriales y antifunguicidas: el 50% del aceite
de coco está conformado por un tipo de ácido graso llamada ácido láurico que
se convierte en monolaurina y ésta posee un potente efecto contra virus,
bacterias y hongos. De hecho el aceite de coco es muy utilizado en terapias
contra la cándida y la helicobacter pylori, dos patógenos sumamente comunes en
el ser humano.
·
Mejora marcadores
de riesgo cardiovascular: varios estudios han mostrado como el aceite de coco
ayuda reducir los triglicéridos, el LDL y aumenta el HDL, mejora la coagulación
y el estado antioxidante de la sangre. Esto mejora el estado general del
sistema cardiovascular.
·
Favorece la
salud del cabello y de la piel: gracias a su altísimo contenido de vitamina E y K, lo convierten en un
potente aliado cuando se trata de mejorar el estado general de la piel y pelo.
La cantidad recomendada de consumo de aceite de
coco va a depender de cada persona, sin embargo ésta puede ser desde 2 cdtas
hasta 2 cdas por día. Cómo puedo utilizarlo en la cocina? Utilícelo crudo
encima para aderezas sus ensaladas, en batidos de frutas y batidos verdes, para
untarle al pan o añadirle a infusiones de hierbas calientes. Asimismo como se
mencionó anteriormente éste puede ser utilizado para cocinar sus alimentos. Por
otro lado el aceite de coco puede utilizarse directamente sobre el cabello y la
piel.
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