Y del otro lado, los que propugnamos por el adecentamiento de la actividad política, el fortalecimiento del orden jurídico, una mejor y más justa redistribución de la riqueza nacional, detener la carrera de endeudamientos, el cese del saqueo al patrimonio nacional y el retorno de la seguridad en nuestras calles.
Las tácticas políticas comienzan a implementarse. Citamos dos que desde nuestra óptica han sido las más sobresalientes hasta ahora. La conformación de la Convergencia por un Mejor País y para cerrar con broche de oro el año 2015, el acuerdo arribado con el Partido Reformista. Un hecho que muchos consideraban prácticamente imposible fue logrado gracias al desprendimiento e inteligencia de Luis Abinader, quien la población ya le identifica como el próximo presidente de nuestro país.
No consideramos necesario derramar mucha tinta insistiendo en el gran significado de estos acuerdos pues la historia contemporánea registra, y los dominicanos han sido testigo, acuerdos similares que lograron coronarse con la gloria ascendiendo al poder político en la República Dominicana.
El PRM, Los Partidos miembros de la Convergencia por un Mejor País, el Partido Reformista Social Cristiano y los movimientos aliados que están en conversaciones con Luis Abinader, se encuentran en una posición muy ventajosa de cara a la contienda electoral. Y es que en las últimas elecciones un 29% se abstuvo de votar por el actual mandatario y candidato a la re-elección.
No tienen ninguna razón para hacerlo ahora, pues no ha resuelto uno solo de los problemas que prometió resolver, y lo peor y más torpe de todas sus acciones fue la forma de imponer su candidatura, utilizando todas clases de malas artes, tratando de destruir el liderazgo institucional de su partido, resquebrajando la unidad interna del mismo.
El frente amplio opositor que postula a Luis Abinader, está caminando por el carril del centro, luce vigoroso y abierto a la sumatoria de otras fuerzas. Su propuesta de cambio está siendo asumida por todos los dominicanos y dominicanas conscientes de que hay que ganar en la primera vuelta, no podemos apostar a una costosa segunda vuelta cuya organización saldría de las arcas del Estado, dinero que será necesario para muy bien iniciar el pago de salarios aumentados a nuestros policías.
Concluimos conjugando dos frases del pensamiento de dos grandes paladines, mi líder José Francisco Peña Gómez y el legendario Dr. Joaquín Balaguer.
Perremeístas y reformistas: ¡ni un paso atrás, marchemos hacia el poder, a pasos de vencedores!
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