POR: AGENCIA EFE
RÍO DE JANEIRO.- Un grupo de científicos brasileños divulgó
hoy un estudio que constata la relación entre el virus del Zika y los casos de
microcefalia en recién nacidos, que han aumentado exponencialmente en los
últimos meses en este país.
El estudio fue realizado
por investigadores de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y el
centro privado Instituto D’Or y fue publicado en la revista científica Science.
Hasta ahora, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) no considera que haya una comprobación
científica del nexo entre el virus y los casos de malformaciones fetales,
aunque la propia directora general del organismo, Margaret Chan, había admitido
que “las evidencias circunstanciales son abrumadoras”.
Los investigadores
constataron que el virus del Zika destruye tejidos neuronales en formación,
para lo que hicieron un experimento en células madre fetales, llamadas
neuroesferas, y en organoides cerebrales, unos tejidos creados en laboratorio,
de dos milímetros de extensión, que imitan el córtex cerebral.
Uno de los responsables
del estudio, el neurobiólogo Stevens Rehen, afirmó en una rueda de prensa que
el virus del Zika causó “grandes alteraciones” o la “destrucción” de los
tejidos neuronales en apenas seis días y una reducción del tamaño de los
organoides.
Los organoides
cerebrales fueron infectados por el zika durante once días, un período que
sería equivalente al desarrollo de un cerebro durante el primer mes de
gestación, y los investigadores observaron que el tejido creció un 40 % menos
de lo normal.
La neurocientífica
Patricia Garcez afirmó que a los investigadores les “llamó la atención cuán
agresivo es este virus” del zika.
Los responsables del
estudio también hicieron los mismos experimentos con una cepa del virus del
dengue, considerado de la misma familia del zika y transmitido por el mismo
mosquito, y descubrieron que, aunque también es capaz de infectar las células
neuronales, no causa efectos nocivos en el desarrollo cerebral.
El experimento se centró
en los efectos en cerebros en desarrollo, por lo que no aporta datos sobre el
posible vínculo entre el zika y el síndrome de Guillain-Barré, que se ha
manifestado en adultos y también se cree que podría estar relacionado con el
virus.
Los investigadores
comenzaron hace tres semanas a probar el efecto de diversos medicamentos en
células neuronales infectadas por el zika, lo que incluye desde suplementos
vitamínicos hasta retrovirales usados para tratar otros virus.
Según Rehen, en tan solo
seis días se puede comprobar si los medicamentos testados pueden tener algún
efecto sobre las células infectadas.
Hasta ahora, se han
puesto a prueba diez medicamentos y uno de ellos ha arrojado resultados
“prometedores” porque protegió el tejido neuronal ante el ataque del virus.
El equipo de científicos
se negó a informar cuál es el medicamento para evitar fomentar la
automedicación, aunque prometieron que serán “ágiles” en la divulgación de la
información, tal y como ha solicitado la Organización Mundial de la Salud
(OMS).
“La expectativa es que
algo bueno pueda surgir en los próximos meses”, afirmó Rehen.
Los experimentos se
realizarán por lo menos con quince medicamentos, pero podrán extenderse a
otros, lo que dependerá de que otros laboratorios o instituciones cedan las
sustancias al equipo de investigadores.
Brasil es el país que ha
notificado más casos de microcefalia en recién nacidos, una grave malformación
neuronal que limita el desarrollo del cerebro y del cráneo.
Desde el pasado octubre,
se ha confirmado la malformación en 1.046 bebés, mientras que otros 4.046
posibles casos aún están siendo investigados.
Hasta la fecha se ha
detectado la circulación del virus del Zika en 38 países y territorios, en su
mayoría en América Latina, según datos de la OMS.
Además de Brasil, Panamá
ha notificado de forma oficial la aparición de casos de microcefalia, mientras
que la OMS tiene registros de un brote del síndrome de Gillain-Barré en doce
países.
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