En los últimos años hemos visto como la presencia de
los políticos ha crecido significativamente en las redes sociales,
especialmente en plataformas como Twitter, Facebook e Youtube.
Una de las campañas políticas más exitosas que
hemos visto ha sido la de Barack Obama en el 2008, diseñada por Ben Self. Una
campaña que ha marcado las pautas para muchas otras en el mundo. Esta campaña
se ha llevado muchos galardones por el manejo más exitoso y eficaz de redes
sociales con fines políticos, logrando generar no solo empatía y afecto por
parte de sus seguidores, si no también recaudando millones de dólares por medio
de su pagina web.
En cambio, en República Dominicana, durante las
pasadas elecciones del 2012, las redes sociales no fueron una herramienta
determinante dentro del proceso pre-electoral; sin embargo, el panorama ha
cambiado bastante de cara a las elecciones de este año. Aunque en la escala
presidencial otros medios de comunicación, un poco más tradicionales, seguirán
siendo los protagonistas de la campaña; a nivel municipal se prevé mayor
incidencia de medios digitales y redes sociales.
Su grado de influencia en los resultados no puede
definirse por otro factor que el uso adecuado de los mismos. Actualmente,
la mayor parte de los candidatos utilizan estas plataformas para exhibir
fotografías e imágenes que no generan lazos con sus posibles votantes y que no
ofrecen la más mínima pincelada sobre sus propuestas de trabajo.
Qué tan involucrado esté un político en el manejo
de sus redes sociales es vital para el éxito de la campaña. A pesar de que un
equipo de expertos en comunicación política puede hacer un gran trabajo, sus
conocimientos no serían capaces de reemplazar el contacto personal con el
electorado, que solo puede darlo el candidato mismo. Al final del día, esa
interacción es lo que va a generar empatía y afiliación por parte de los
votantes.
Son muchos los beneficios que tiene el político que
maneja sus redes sociales de manera personal, una de ellas es que la conexión
que maneja con sus seguidores es esencial, y esto le otorga una autenticidad y fuerza
a su palabra difícil de agredir.
Las redes sociales utilizadas para fines políticos
deben servir para acercar el candidato al ciudadano corriente. Para ello, el
contenido que se comparte debe ser personal, debe contar historias, narrar
hechos, presentar no solo al candidato, sino al ser humano que se esconde
detrás de la candidatura. Si el aspirante logra que sus votantes se
identifiquen con él, el apoyo es seguro.
LA AUTORA es estudiante
de Derecho y Ciencias Políticas y Social Media Manager. Reside en Santo Domingo
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